43. Emociones

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••• POV Alex •••

Claro que le ofrecí mi ayuda y mi compañía ante esta situación, ¿qué otra cosa podía hacer?
El amor es por demás jodido a veces, porque aunque pretendas estar molesta con esa persona, el enojo no te dura demasiado, no puedes, y harías cualquier cosa por estar con ella, por hacerle saber que pase lo que pase vas a estar ahí.
No puedo dejarla, menos en una situación como esta en la que su pequeño hijo está a punto de ser un medio de discusión entre ellas.

Me cuesta mucho verla así de vulnerable y desesperada, aunque lo cierto es que ya no me ha permitido verla luego de esa ocasión en que hicimos las pases con Zac, pero por lo que sé, parece que no le está yendo muy bien en sus situaciones familiares, aunque no me ha dicho exactamente qué es lo que pasa, y Nicky también está reacia a contarme algo del tema, parece que le tiene una lealtad de verdad inquebrantable, porque tampoco ella ha aceptado ir a tomar algo o al menos verme para platicar.

Y sé que Piper ha dicho que por ahora no le conviene exponerse abiertamente en una relación conmigo, porque es bastante claro que Zelda está buscando por todos los medios dejarla en mal ante las personas que corresponden al tribunal, pero si al menos pudiera solo verla y darle un beso en secreto, mis días serían al menos un poco mejores y estoy segura que los suyos también.

He tratado de ocuparme en mí, pues así como Piper, yo también quiero ser libre de todas mis ataduras para estar con ella y ser mi mejor versión, pero me ha costado demasiado hacerlo sola, aunque ciertamente es la manera en que debí haber enfrentado esto desde hace mucho tiempo.
Y es que, el perdido contacto con mis padres me causa cierto lío mental, porque por más que he intentado simplemente dejarlos de lado, siento que el cierre con ellos aún no está hecho, que necesito simplemente dejar ir todo el dolor y todo el enojo que he cargado desde hace muchos años, así que, decidida a enfrentarme a ello, mi siguiente paso es poner en advertencia a mi antigua terapeuta y permitirle hurgar en mi mente para saber si estoy yendo por el camino correcto.

Siempre me ha dicho que no tengo por qué establecer una cita con ella, sin embargo, no me hace muy feliz tomarme eso en serio, puesto que a todo el mundo le gusta que le hagan saber cuándo van a ir a buscarle por si tiene otros planes o simplemente no tiene ganas de atender visitas.
Así que, antes de encaminarme hacia allá, simplemente le escribo un mensaje de texto a lo que por supuesto ella responde que no debo avisar, y aún así aquí estoy ahora camino a su departamento después de haber concretado que la vería.

Aguardar por ella en la pequeña salita de espera me causa un poco de ansiedad. Hace tanto tiempo que no estoy aquí que la nueva decoración formada de pinturas minimalistas y diferentes adornos rústicos de madera me hace sentir en un museo de arte extraño.
Me pica el cuello y siento un poco de ansiedad que mis uñas demuestran encajándose en el posabrazos del sofá de piel.

—No sé si estoy equivocada, pero la última vez que nos vimos, tu ansiedad estaba un poco más controlada.

—Hola, Red...— saludo avergonzada observando las marcas en su sofá —Lo siento.

—¿Qué pasa, Alex?— me dice sentándose tranquilamente en el sofá frente al mío, sin embargo y como la gran cobarde que soy, permanezco en completo silencio —Vamos, tú sabes cómo funciona esto y solamente hablando es que yo voy a poder comprender un poco tus emociones.

—No he visto a Piper, ella insiste en que es mejor por ahora que estemos así.

—¿Aún sigues viendo a esa mujer aunque está casada?

—Es que está en proceso de divorcio, pero su esposa quiere quitarle a su hijo y bueno, por ello es que Piper ha pedido que nos alejemos, porque no quiere afectar su proceso en la corte.

OLVÍDATE DE MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora