OLVÍDATE DE MÍ

42. Libre

••• POV Piper •••

Alex siempre luce preciosa, pero estoy segura de que se puso ese vestido solamente para que no pudiera poner resistencia a sus encantos y mi cabeza se nublara de la forma en que solo ella consigue hacerlo. Y no es que me queje, pero entiendo bien cómo es que ella trabaja sus piezas para ponerme en jaque.

Y el momento iba incluso bien, pero como siempre, tenía que haber algo que interrumpiera las cosas.
Mi abogado llamó insistente, justo en el momento en que Alex y yo estábamos comenzando a acercarnos y sinceramente no sé si debería haber contestado, porque de no haberlo hecho, habría por lo menos disfrutado del deleite que son los labios de mi preciosa pelinegra a la que he estado echando tanto de menos.

Me alejo con el celular en el oído, tratando de no hacer demasiado revuelo para que ni Zac ni Alex se alarmen por la llamada, pero por la evidente mirada de preocupación de la pelinegra, sé que mi esfuerzo es algo en vano.

📲 Llamada 📲

—Buenas noches, señora Chapman.— saluda mientras me alejo.

—Hola, buenas noches.

—Lamento interrumpirla justo a estas horas, pero el abogado de su esposa ha estado insistiendo en que la contacte.

—No se preocupe, señor Caputo.— suspiro —¿Qué sucede?

—Bueno, Sam Healy me ha comunicado que la señora Witt ha pedido la custodia del niño.

—Un momento,— no, no puede estarme haciendo esto —¿qué?

—Así es, me ha enviado el documento de solicitud al correo electrónico y parece que todo está en orden.

—¿Qué porcentaje de la custodia está pidiendo?

—Completa.

—¡¿Qué?!— grito de pronto, definitivamente no me esperaba esto —Ella no puede estar pretendiendo quitarme a mi hijo, no cuando ella no participó en la concepción.

—Bueno, eso es algo que le interesará saber al juez.

—¿Juez?

—Ella ha solicitado una fecha de audiencia, parece que de verdad siente que va a ganar, ya que ni siquiera se ha tomado el tiempo de pedir una conciliación.

—Necesito hablar con ella, tengo que convencerla de no hacer todo ésto. Es cierto que nos estamos separando, pero Zac no es un medio para dañarnos entre nosotras.

—Bueno, es muy inteligente de su parte intentar eso, pero debe convencerla antes de que cedan la fecha.

—Lo haré, tengo que conseguir que deje de pretender hacer esto, porque si no, yo voy a retirar sus derechos en la maternidad de mi hijo.

—Espero que no haya necesidad de iniciar ese proceso.

—Yo también espero lo mismo.

—Bien, muchas gracias por su tiempo, y cualquier cosa le pido me la haga saber a la brevedad posible.

—Claro que sí, señor Caputo. Pierda cuidado.

—Seguimos en contacto, hasta luego.

—Hasta luego.

📲 Fin de la llamada 📲

Levanto el rostro de esa mancha en el piso que había estado viendo por tanto rato que incluso comenzaba a parecerme más bien como un caballo corriendo en medio de un río y salpicando agua entre sus galopes de jubilo.
No puedo creer que Zelda esté comenzando este problema del que claramente nos podríamos haber librado fácilmente.