Dulce Tentación [KatsuDeku]

Quiero estar contigo

Izuku se despertó con unos brazos fuertes y cálidos rodeando su cintura. Los tibios rayos del sol bañaban la habitación, mientras el aroma del océano pasaba a través de las cortinas. Estaba calentito y cómodo, y la sensación era sumamente agradable.

Con mucho cuidado, se levantó, notando la lenta y pesada respiración de Kacchan. No quería despertarlo, así que se deslizó de la cama tratando de hacer el menor movimiento posible.

Kacchan gruñó y provocó una risita baja en Izuku. Parecía un niño malhumorado, refunfuñando entre sueños. Era, sin duda, un contraste adorable entre el hombre seguro que ya conocía y esta versión un poco más juvenil. Quería descubrir todo acerca de él: sus sueños, sus miedos, cada pequeño pensamiento. Aunque llevaban apenas tres meses conociéndose, Izuku estaba más que encantado con todo lo que ya había descubierto.

Caminó por la habitación de puntitas y tomó la camisa de Kacchan, que se encontraba a un lado de la cama. Izuku se ruborizó por la idea de ponérsela, aunque no tenía nada de malo, ¿verdad? Él podía soñar con ser el novio de Kacchan, con ponerse sus camisas y tener su aroma impregnado en la piel. ¿Quizás podrían salir más adelante? ¿O ya estaban saliendo? No estaba seguro. ¿Eran amantes? ¿O cuál era el nombre adecuado para su relación?

No le gustaba la palabra "amante". Por alguna razón, se sentía equivocado, aunque, si era honesto consigo mismo, podría considerarse que había engañado a Shouto con Kacchan, pero solo fue una vez, ¿no? Luego decidió terminar su matrimonio. Y no era como si Shouto no lo estuviera engañando desde hace casi un año.

Izuku suspiró. No importaba lo que Shouto hubiera hecho en el pasado. Él no quería ser como él. Así que, cuando llegara a Tokyo, hablaría de nuevo con su abogado para agilizar el trámite de divorcio. Aunque todo estaba siendo tan difícil… Shouto no quería ceder. Últimamente, Izuku empezaba a sospechar que, de alguna manera, Todoroki estaba retrasandolo todo.

Cuando Izuku llegó a la sala, se dio cuenta de que anoche no le había prestado mayor atención al lugar. Estaba demasiado ocupado con Kacchan como para fijarse en otra cosa que no fueran sus labios, o su cuerpo, o la forma en que... Su rostro se calentó. Okey, en definitiva no era el mejor momento para pensar en eso. Tenía que concentrarse, así que se dispuso a detallar el lugar ahora que había amanecido y podía curiosear un poco.

Lo primero que notó fue que la cabaña resultó mucho más grande de lo que había percibido la noche anterior. El piso de madera resplandecía y tenía un ligero aroma a cera y pino. Había un comedor con muebles en tonos crema y algunos estantes estaban llenos de libros. La cocina era aún más impresionante: una barra amplia, un minibar surtido y una gran variedad de flores en jarrones que le daban un aspecto cálido al interior.

Izuku caminó hasta la cocina, quería sorprender a Kacchan y llevarle el desayuno a la cama. Era lo menos que podía hacer después de todo, Kacchan siempre cocinaba para él. Aunque Izuku no se consideraba un genio en la cocina, estaba seguro de que podía hacer una comida decente. Estaba por abrir el refrigerador cuando la puerta principal de la cabaña se abrió, provocando que diera un salto.

Izuku se quedó de pie sin saber qué hacer. Tomó la camisa de Kacchan y trató de bajarla hasta sus muslos. Dios mío, estaba casi desnudo, frente a una mujer.

—Oh, lo lamento mucho, Sr. Midoriya. Creí que ambos seguirían dormidos. Dejaré las cosas y me retiraré inmediatamente.

Izuku parpadeó confundido.

—¿Usted sabe quién soy?

—Por supuesto. Lo lamento, no me he presentado, mi nombre es Yaoyorozu Momo, soy la asistente del Sr. Bakugou.

—Un placer —dijo bajito y rogó internamente que no viera su sonrojo.

Izuku se le quedó viendo mientras ella dejaba una enorme cantidad de paquetes sobre la mesa. Momo era una mujer hermosa: tenía una figura esbelta llena de curvas, cabello negro largo hasta la cintura, pechos grandes y un rostro fuerte pero armónico. Izuku sintió un poco de pánico, esa era una mujer que podría caminar al lado de Kacchan con orgullo. Un nudo se formó en la base de su estómago. ¿Kacchan y ella alguna vez…?