Dulce Tentación [KatsuDeku]

Las sombras de un matrimonio

—¿Qué demonios has hecho? —gritó Shouto al entrar a la oficina de su padre. Endeavor no parecía impresionado por su arrebato de furia; dio un sorbo a su vaso de whisky y se puso de pie sin perder esa sonrisa de suficiencia.

—Buenas noches para ti también, hijo.

«Maldito hijo de puta».

Shouto terminó de entrar en la oficina y cerró la puerta de un golpe.

—Déjate de estúpidas formalidades y dime qué carajos fue lo que hiciste con Izuku.

Endeavor rio y se apoyó en el escritorio, mientras le daba otro sorbo a su trago, solo que esta vez se tomó su tiempo para saborear el licor en su boca. El estómago de Shouto se revolvió ante la visión de su padre.

—¿Por qué estás tan enojado? —dijo Endeavor con un borde de diversión en su voz—. Solo te estoy ayudando un poco.

Eso solo enfureció más a Shouto.

—No quiero tu ayuda.

Endeavor se encogió de hombros y sus ojos se tornaron fríos. Shouto se permitió detallar a su padre, algunas canas ya asomoban a los costados de su cabeza, esa era la única señal de la influencia del tiempo en él. Del resto, Endeavor era el mismo hombre que recordaba de niño; rígido, despiadado, inaccesible.

Su padre no le quitó la mirada de encima y apoyó una de sus manos en el escritorio. Parecía cómodo, como si el que estuviera allí de pie, furioso, fuera cualquier tontería.

—Puede que no la quieras, pero la necesitas —dijo en un tono severo—. Ahora que la pequeña rata que tienes por marido…

Los dientes de Shouto se apretaron, era cierto que no había sido el mejor esposo, ni siquiera llegaba a ser uno decente, pero ya no pensaba seguir aguantando los insultos de Endeavor, incluso si no estaban dirigidos a él.

—Cállate —dijo entre dientes. Su actitud hizo que Endeavor sonriera. Shouto lo ignoró, no iba a caer ante su cinismo—, no permitiré que te sigas refiriendo a Izuku de esa manera.

Endeavor hizo un gesto con la mano como si todo aquello le pareciera ridículo.

—Vamos, Shouto, no seas tan sensible. Deberías agradecer que me deshice de toda tu basura.

—¿Deshacerte de mi basura? ¿Eso es lo que crees que hiciste?

—Exactamente.

Shouto apretó los puños a sus costados, tenía que calmarse, necesitaba entender qué carajos había hecho su padre para que Izuku regresara al departamento, aunque no era difícil sumar dos más dos.

—¿A qué acuerdo llegaste con Izuku? —dijo con cuidado.

Su padre alzó una ceja, y miró el reloj en su muñeca, parecía fastidiado.

—¿Tan relevante es?

Shouto lo miró con incredulidad. ¿Es en serio que le parecía tan poca cosa?

—Sí, por supuesto que es relevante. Te pedí que no interfirieras en mi matrimonio, te dije que sería yo quien arreglaría las cosas con Izuku, y ahora todo está peor que nunca.

—Oh, veo que me confundes con un terapeuta matrimonial.

—Eres un asco —escupió Shouto. Estaba seguro de que su rostro reflejaba todo el desprecio que sentía por su padre.

Endeavor dejó el escritorio y dio un par de pasos hacia él.

—Escucha, Shouto, déjame ser claro. Me importa una mierda tu matrimonio, me importa aún menos que a ti. Solo necesito que Izuku se comporte en público; si te detesta fuera de las cámaras, no me afecta. Necesito la imagen de un matrimonio feliz, no un matrimonio feliz en realidad.