• Dieciocho •

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La noticia no me ha caído para nada bien, es que, ¡Es Jarek!, De mis hermanos él es el más correcto y sanó de los tres, él jamás haría algo como eso. Lo conozco y echaría mi mano al fuego por él.

Suspiró.

Le pido a Aleksander que me ayude a amarrar el lazo de mi top de baño, nadar un poco me ayudará a despejar mi mente y relajarme un poco de tantas malas noticias.

Miré el reflejo de mi novio a través del espejo, el cual me sonreía tiernamente a mis espaldas. Besa mi hombro, apoya su mentón allí al tiempo que envuelve sus brazos en mi cintura.

-¿Cómo te sientes, cielo?- pregunta en un susurro.

Suspiré nuevamente, bajé la mirada por un momento y luego la alcé para verlo a través del espejo.

-Me alejó para buscar paz en mi vida, y dejó que la tormenta llegue a mi familia- murmuré dándome vuelta para estar frente a frente

-Cielo, no cargues en tus hombros problemas que no te corresponden. Ellos están bastante grandecitos para saber lo que está bien y lo que está mal.

-Lo sé, pero me es inevitable. Siempre quiero lo mejor para ellos. Lo que está sucediendo con Jarek, me es difícil de creer, él nunca haría algo como eso. Lo conozco.

-Todo debe tener una explicación. Pero quiero que tengas claro que las personas cambian y que la imagen que tenemos sobre ellos no siempre es así.

Asentí a sus palabras, se que tiene razón, y que las personas pueden cambiar en muchos aspectos, ya sea por influencia o por daño emocional. Pero en este caso lo veo algo complicado. Y es que intento verlo desde todos los ángulos, pero sigo sin entender.

Me pasé el resto de la tarde nadando en la piscina de la casa, Aleksander está recostado en una silla playera mientras hace algunos trabajos en su laptop.

Sí, le ha pedido a alguien que traiga nuestras maletas y otras cosas importantes para él.

Un rato más tarde, salgo de la piscina, tomó una toalla para secarme el rostro, el cabello y luego mi cuerpo. Camino en dirección a mi novio, el cual está viendo un vídeo en su laptop con los audífonos puestos. Su rostro serio pero atento a lo que ve me hace detener por un momento para admirar su belleza. Es que Aleksander es demasiado atractivo. Tanto que, a veces me da inseguridad sobre mí y mi cuerpo.

Él es tan increíble, y yo una simple chica con pensamientos nada agradables sobre su cuerpo. Es un tema que poco a poco he ido superando, pero hay momentos dónde puedo sentirme desde la más bella, hasta la más fea del planeta.

Intento dejar esos pensamientos a un lado y caminó hasta mi novio. Cuando él nota que me estoy acercando, se quita los audífonos y cierra su laptop para poner toda su atención en mí.

-¿Terminaste?- pregunté, con una sonrisa tierna, estaba por sentarme en la silla de al lado, pero de un rápido movimiento me tomó de las caderas y me sienta a un lado de su silla. Por suerte es lo suficientemente grande para que pueda sentarme a su lado sin caerme.

-Avance algunas cosas- se limitó a responder.

-Eso es algo bueno, no quiero que por mi culpa atrases tú trabajo. Si en algún momento necesitas volver, lo entenderé y ...

-Todo está en orden, amor. No te preocupes- murmuró. Con su mano derecha la acerca a mí rostro para acariciar mi mejilla con ternura. -Eres tan hermosa, mi amor- murmuró sonriente.

-Tu no te quedas atrás, si me siento bastante creída por tener un novio tan guapo, cariñoso y atentó.

Y no mentía, Aleksander es muy atento, comprensivo y cariñoso conmigo, me hace sentir especial y única, por tener la atención de tan increíble hombre.

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