• Nueve •

1.5K 98 0
                                    

Aleksander se ha comportado muy bien conmigo. Aunque siempre tiene algún comentario explícito y me incita a que lo hagamos, con negarme se detiene.

Hemos cenado juntos, me ha comprado flores y pasado de maravilla.

Ahora mismo estamos en su enorme y suave cama. Él abrazándome desde mi espalda, con su brazo envuelto en mi cintura y su rostro en mi cuello.

Me remuevo un poco pero me detengo al sentir su erección seguido de un gruñido

—No te muevas— regaño entre dientes.

—Lo siento. Necesito ir al baño.

—¿Ahora?, Estoy tan cómodo en está posición— murmuró aún adormilado pegándome más a él y así sentir más su erección en mi trasero.

—Alek, debo hacer mis necesidades…

—No tardes, no resistiré vivir sin ti mucho tiempo— dramatizo al momento de soltarme

—Trataré de no demorarme.

Me puse de pie rápidamente y me dirigí al baño. Hice mis necesidades, luego lave mi rostro y cepille mis dientes. Al volver Aleksander no tardó en pegarme a su cuerpo pero en está ocasión su rostro estaba en mis senos.

—¿Cómodo?— le pregunté al verlo restregar su rostro en mis pechos por encima de mi blusa de pijama

—Demasiado— contestó. Dejó de frotarse para pronto quedarse profundamente dormido.

Con cuidado de no moverme mucho, tomé mi teléfono de la mesita de noche y empecé a revisar mis redes sociales mientras que con mi mano libre acariciaba lenta y suavemente su ancha y musculosa espalda.

Pronto mi teléfono suena avisando la llegada de una notificación de mensaje. Luego de asegurarme de que Aleksander no se haya despertado, pongo mi teléfono en vibrador para que no suene al llegar los mensajes.

Milan:

"Hola, princesa. ¿Todo está en orden? Tienes días sin llamar"

Suspiré. No estoy preparada para contar sobre Eliana. Le pido a Dios y despierte pronto. Los tres días ya pasaron y debo decirles a todos la situación de mi mejor amiga.

Yo:

"Si, todo está en orden. Por el momento me encuentro ocupada, prometo llamarte pronto y ponernos al corriente"

Su respuesta llegó inmediatamente.

Milan:

"Esta bien, princesa. Besitos para ti y envíale saludos a Eli"

Si mi mejor amiga no despierta, él será el más perjudicado de todo esto. Milán ama profundamente a Eliana. Y aunque está tratando de superarla por la decisión que mi amiga ha tomado, se que no le será nada fácil asimilar el estado en el que se encuentra.

—¿Quién es Milan, por qué te dice princesa y te manda muchos besos?— me sobresalte al escuchar a Aleksander. Él se sentó rápidamente y me observó con notorio enfado

CataniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora