Llegar a Los Ángeles es un sueño hecho realidad. Recaude mucho dinero, y me esforcé estudiando día y noche para poder estar aquí.
Cuando bajamos del avión, Eliana, mi mejor amiga. Con su imponente outfits me hizo tomarle miles de fotos con el avión de fondo. Ella tiene muchos seguidores en sus redes sociales, hace videos respecto a sus diseños de ropa o incluso de maquillaje y le va muy bien en ello. Es como que ella nació para eso.
Tomamos un taxi al salir del aeropuerto y luego de dar la dirección nos llevó a lo que sería nuestro nuevo hogar.
Eliana y yo somos amigas desde que tengo memoria, ambas hemos trabajado en nuestros tiempos libres y nos hemos esforzado para poder irnos de la ciudad y así encontrar una mejor vida lejos del lugar que nos vió crecer. Entre ambas recaudamos mucho dinero y con ayuda de los padres de mi mejor amiga, logramos comprar un departamento en Los Ángeles, solo tendríamos que preocuparnos por llenar la despensa y pagar los servicios.
Al llegar, le agradecimos al amable señor, incluso nos dió su número telefónico para llamarlo cuando queramos de sus servicios, ya que es un poco difícil conseguir un taxi en la ciudad. Palabras de Roberto, el taxista, no mías.
Al entrar al edificio nos encontramos con la recepción, un chico estaba tras el mostrador tecleando en su teléfono. Al vernos deja su teléfono a un lado y nos sonríe.
—Buenos días hermosas señoritas— Saludo amablemente al chico de la recepción
—Buenos días guapo— le saludo mi amiga guiñando un ojo mientras se apoyaba en el mostrador. El chico se sonrojo un poco
—Buenos días— Saludé.
—Ustedes deben ser las chicas nuevas del departamento 12— dedujo el chico y ambas asentimos.
—Aquí están las llaves de su departamento— dijo mientras nos entregaba una llave— Por lo que tengo entendido solo tienen algunas cosas amuebladas— comentó
—Espero y sea lo que ordenamos.
—Vayan a revisar, si falta algo pueden decirme y haré lo posible por ayudarlas— se ofreció.
—Y para ciertas actividades físicas, ¿también nos ayudaras?— Preguntó mi amiga con coquetería
—Puede ser.
—Eliana dejá al chico en paz— la regañe
—Doña amargada— Bufó
—¿Qué dijiste?— Pregunté. Pero ya había escuchado lo que dijo.
—Que eres la mejor— Corrigió sonriendo
—Eso pensé.
Luego de agradecerle al chico, que por cierto su nombre es Drake. Tomamos el ascensor y oprimimos el sexto y último piso. Las puertas metálicas se abrieron y nos dió paso a un pasillo con dos puertas a cada lado de la pared, y al fondo un enorme ventanal con vista a la ciudad. Caminamos y luego de mirar cual era nuestra puerta, la abrimos.
Una bonita sala nos recibe. Es bastante grande, la cocina es perfecta con varias gavetas, tiene un refrigerador y una cafetera para Eliana, tal y como lo ordenamos.
Nos dirigimos por el pasillo hasta encontrar las habitaciones. Eliana pidió quedarse en la primera habitación, así que me quedé en la última que me parece que es la más grande de las cuatro que había.
Al abrir la puerta de mi habitación inspeccioné cada rincón. Hay una cama doble sin fundas, un clóset y estantes vacíos. Pero lo que más llamó mi atención fue la enorme ventana, eran dobles y daban acceso al balcón. Lo primero que hice fue abrirla y el aire fresco chocó en mi cuerpo. Es mejor de lo que imaginé. Es perfecto.
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Catania
DiversosCatania Mebarak se muda a Los Ángeles con su mejor amiga Eliana; para así olvidar los malos ratos de su vida e iniciar una nueva. Lo que ella no sabe es que allí conocerá a Aleksander Aliev, un mafioso Alemán y el posible amor para su vida. Acompaña...