Sus ojos brillan aún más que el reflejo de las estrellas sobre el mar en la oscuridad, su sonrisa te abraza como el aire en invierno, su sola presencia hace que mi corazón se estremezca con solo verle de lejos.
Llegaste a mi vida para darle un color...
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Los dos días pasaron y en el transcurso de este tiempo ____ le tomo cariño a jinbe, aunque solo habían sido dos días fueron suficientes como para tenerle una gran confianza, ya que no solo la salvo si no que también le hizo compañía y le ayudo para no estar tan triste por la tragedia que apenas le había sucedido.
Al cabo ese tiempo también llegaron a la isla que jinbe había dicho, y sus planes de el era dejarla ahí y buscar un lugar donde dejarla para luego marcharse y regresar en sus asuntos, pero sin duda el también se encariño de la niña, y además no podría dejarla sola después de lo que le contó lo que le había sucedido o al menos no ahora.
Así que busco un lugar para quedarse unos días, con el dinero que el tenía basto en poder rentar una pequeña casita que estaba un poco distanciado de ese pueblito, aunque le fue un poco difícil ya que muchas personas no querían rentarle un lugar solo por ser un gyojin pero al final una ancianita acepto rentarle muy amable. La casa era pequeña pero perfecto como para estar unos días ahí.
-Muchas gracias por quedarse más tiempo conmigo, espero y no causarle tantas molestias- hablo ____ acomodando unas sábanas en la cama que la señora había dejado para ellos.
-No hay por qué agradecer, no podría dejarte sola después de todo lo que sucedió- respondió jinbe ayudando a la niña en poner la sábana- Tu dormidas en la cama y yo dormiré en la pequeña sala que hay.
La niña asintió un poco apenada ya que sentía que aunque sentía que le estaba causando muchas molestias.
La tarde ya se había hecho presente y ____ estaba acostada en la cama recordando todo, aunque no lo demostraba tanto se sentía tan mal por la perdida de su familia, el solo pensar que ya no los volvería a ver se le hacía un nudo en la garganta, el ver cómo te arrebatan todo en menos de una noche era algo muy difícil de superar y más aún siendo una pequeña niña.
Estaba unida en sus pensamientos cuando recordó que jinbe había salido hace ya un rato y ya estaba a punto de caer el sol, así que se levantó y salió a ver donde estaba. Estuvo un rato buscando y por un momento pensó que el se había ido pero esos pensamientos se esfumaron rápido al ver aquel hombre sentado observando como el sol se iba enterrando, y como las olas de el mar chocaban.
Al ver esto ____ se acercó a él y se sentó a un lado, observando de igual manera aquella vista que sin duda era muy bella. Estuvieron así por un rato hasta que uno de ellos soltó la primera palabra.
-Mañana- la niña volteo a ver a jinbe algo confusa- mañana comenzaremos con el entrenamiento- dijo este sin apartar la vista del mar.
-¿Porque tan derrepente me dice eso?-pregunto ____ aún observando al hombre.
-Acabas de comer una fruta que te otorgó un poder, un poder que ni si quiera sabes y me dijiste que tú tribu dio la vida por está ¿No es así?-la niña asintió- Pues entonces no puedes estar ahí como si nada sin saber protegerte cuándo la marina en cualquier momento pueda encontrarte, si ellos se enteran no dudarán en buscarte así que debes de hacerte más fuerte- dijo voltenando a ver a ____ con una mirada seria.
