Sus ojos brillan aún más que el reflejo de las estrellas sobre el mar en la oscuridad, su sonrisa te abraza como el aire en invierno, su sola presencia hace que mi corazón se estremezca con solo verle de lejos.
Llegaste a mi vida para darle un color...
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— Nami, me iré por ahora así que espera a Luffy, nos vemos más tarde.—
Sin más _______ se fue de ahí sin escuchar lo último que diría su nakama. Se había ido tan repentinamente que ni siquiera sabía la razón por la que se fue sin más.
Quería pensar un poco sobre el paradero de Robin.
— ¡Extra!, ¡Extra!, ¡Lleven sus periódicos! ¡El señor Iceburg a ordenado capturar a la tripulación!.—
_______ escucho esto así que quiso tomar uno, tal vez no la reconocerían.
— Deme uno por favor.— la chica le entregó unas monedas a cambio del periódico, esperaba no ser reconocida
— ¡Claro!.—
El hombre se lo entregó sin reconocerla.
— Estuvo cerca.— Suspiró después de que el hombre se había alejado.
La chica hojeó con cuidado el periódico, mientras se adentraba a una calle solitaria para no ser vista.
— No puede ser, todo está mal, muy mal .— se tocó levemente la cabeza recordando todo lo que les había sucedido.
— _______.—
Una voz pudo escucharse desde no muy lejos, rápidamente buscó con la mirada de donde provenía.
— ¿Quien es?.— observó hacia atrás donde provenía aquella voz.
—______.—
Una silueta se hacía presente, al principio no se podía distinguir pero no pasó mucho cuando al fin pudo percatarse de que era su Nakama quien la estaba hablando.
— ¿Robin?, ¿Qué haces aquí? Nos tienes muy preocupados a todos, han sucedido muchas cosas desde que te fuiste y todas son malas, vamos todos estamos esperándote.—
— No iré, lo lamento pero ya no seré parte de sus tripulación, solamente los use para llegar hasta aquí.—
— Se que es mentira lo que dices, ¿Porque no quieres regresar? La gente dice muchas cosas sobre ti y la verdad yo no les creo, sé que tú no eres así.—
— Lo que dicen es cierto, yo fui quien disparó a Iceburg.—
— ¿Porque lo hiciste? Alguien te obligo ¿No es así?, dime Robin, ¿Quién te está obligando hacer cosas que no quieres?.—
— Soy yo la que está haciendo esto por mi propia cuenta y lo que yo haga no es de sus incumbencia.—
— ¡Claro que es de mi incumbencia!, ¿Qué es lo que sucede? Desde que llegamos aquí las cosas van de mal en peor, primero el dinero luego el Merry después Usopp y ahora tú.—
