𝓜𝓸𝓷𝓲𝓽𝓸 𝓓𝓮 𝓖𝓸𝓶𝓪. (𝐋𝐮𝐟𝐟𝐲 𝐲 𝐓𝐮)

CAP 66

— ¡Escuhen, pelear es nuestro deber! ¡Protejan al hermanito de Ace!... La voluntad de Ace, ¡Vive a travez de Luffy!, Ace ya no está, ¡Pero lo defenderemos con nuestra vida!... ¡ACE, ES POR TI!... ¡PIRATAS DE BARBABLANCA, DEFIENDAN SU MEMORIA!.—

Las palabras de ánimo y consuelo que Marco había dado, funcionó para que la tripulación tomara fuerzas para seguir peleando.

— ¡Luffy, resiste!.— exclamó Jinbe.

El caballero de mar y _______, estaban corriendo con Luffy quien estaba inconsciente. La chica trataba de ir a su par pero se le dificultaba, aunque no se daría por vencida.

— ¡Sombrero de paja!.— gritó Akainu a su dirección.

Pronto llegó el emperador, estaba furioso. Le detuvo con un solo golpe, quería desprender toda su furia en el, su hijo había muerto en sus manos, quería destruirlo así como lo hizo  con el.

Y en un momento, el almirante le hirió gravemente a Barbablanca, pero este no se dio por vencido, estaba llegando al final de su vida pero, no se iría sin haber hecho algo.

— Debemos salir rápido de aquí, ya no hay nada más que hacer.— dijo _______.

— Maldición... Estás muy mal _______.— contestó preocupado mientras le miraba de reojo.

— Eso no importa ahora, si no salimos rápido podrían hacerle algo a Luffy, el viejo también está mal y debemos aprovechar el momento.—

— ¿Quién son ellos?.—

— ¿Qué cosa?.—

Miraron hacia atrás y vieron, que un grupo de piratas estaba atacando todos al emperador, una enorme grieta los dividia, de un lado estaba la marina y Barbablanca y del otro, estaban los comandantes de divisiones, observando lo que estaba sucediendo.

— El hombre que Roger estaba esperando no eres tú, Teach. Y nunca lo fuiste, así como hay gente en el mundo que heredó la voluntad de Roger, algún día habrá alguien que heredará la voluntad de Ace, y aunque se extinga su sangre, nunca se extinguirá sus llamas, así es justo como sucede una y otra vez con el ir y venir del tiempo, y algún día habrá alguien en el mundo que cargará sobre generaciones de historias sobre sus hombros y entonces, desafiará al mundo entero a una pelea sin precedentes... Sengoku, tanto tú como el gobierno saben lo que se avecina, porque es una guerra tan vasta que involucrará al mundo entero, pero nada de lo que hagan lo evitará...—

El emperador miraba firmemente a su enemigo, su postura no flaqueó aunque incontables heridas tuviera en el cuerpo, se mantenía firme en sus palabras.

— A mi nunca me interesó, pero habrá alguien que encontrará ese tesoro y cuando pasen se llevarán una gran sorpresa, es cuestión de tiempo Sengoku, tarde o temprano va a llegar ese día... ¡EL ONE PIECE SI EXISTE!.—

Y por fin, dio sus últimos alientos. Dejando unas grandes palabras, siendo transmitidas en directo y en vivo para los presentes. Su tripulación soltó sollozos, sabía lo que había sucedido pero no querían aceptarlo.

— ¡Pequeña ______!.— llegó Ivankov junto con un grupo de piratas. — ¿Qué hacen parados?.—

— E-Él... Jamás vi una muerta tan increíble como esa...— murmuró la joven, mirando lo que había sucedido desde lejos.

— Padre mío...— dijo Jinbe sin creer lo que había ocurrido.

— ¡Debemos salir de aquí, de inmediato!.— dijo Ivankov sacándolos de sus pensamientos.