Sus ojos brillan aún más que el reflejo de las estrellas sobre el mar en la oscuridad, su sonrisa te abraza como el aire en invierno, su sola presencia hace que mi corazón se estremezca con solo verle de lejos.
Llegaste a mi vida para darle un color...
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Los chicos habían regresado nuevamente hacia el vagón donde se encontraban todos, pero esta vez se podía notar la felicidad en sus ojos que era muy difícil de ocultar.
— ¿Y ahora que pasó? Te veo muy contenta.— Zoro miró a ______ ya que había notado este detalle.
— Luego te cuento.—
El chico solamente asintió mientras una sonrisa se escapaba de sus labios, por alguna razón Zoro podía presentir lo que había sucedió pues hace unos minutos atrás su capitán y la chica estaban solos, aunque algo malo no sucedería ya que Luffy es demasiado tonto como para hacer algo más.
— ¿No te vas a cambiar? _____.— dijo Nami, ya que ella se había puesto una ropa más "cómoda" lo cual solamente causó enfado de parte de Paulie.
— No, estoy bien así.— sonrió mientras observaba a su amiga.
Reconocía perfectamente que Nami era una chica realmente linda en muchos aspectos pero esto no le causaba envidia, en lo absoluto.
— ¡Ahh! Esto no cabe, como quisiera tener bolsillos más grandes.— Contestó Luffy tratando de guardar un trozo de carne en uno de sus bolsillos.
— ¡No guardes carne en tu pantalón!.— Regañó la navegante.
— ______, ¿Puedes guardarlo?.— El chico se acercó a ella entregándole aquel trozo de carne.
— Claro.— contestó con una sonrisa.
_______ lo guardo en una mochila que había traído consigo, quién sabe en qué momento podría necesitar algo.
— Un mago nunca revela sus secretos y además, como diría un dicho "Mujer prevenida vale por dos" es más, metete Zoro, no vaya ser que en una de esas te pierdas.— La chica sonrió mientras cerraba su mochila guardando el trozo de carne, Zoro al escuchar eso chasqueo la lengua sin tomarle tanta importancia.
— Veo que ya se sienten mejor, ya están preparados para la pelea.— Mencionó la señora Kokoro mientras tomaba de su botella.
— ¡Claro que si! Vamos a patear el trasero de esos tipos y traeremos de vuelta a Robin.— Respondió con entusiasmo el chico de goma.
— Siempre y cuando no se atoren en quien sabe dónde.— Nami miró enojada a los dos chicos.
— Es cierto ¿Verdad Zoro?.— contestó ______ burlona.
