Falsa Identidad: Amores que hieren (2do libro)

Capítulo 36

Días y más días de planeación, es lo único que me he dedicado con Alek después de contarle lo sucedido con el sultán, sabe quién realmente soy. Mi rubio amigo reacciono a la defensiva, pero recordó que el verdadero motivo por que el venimos a Abdel es por alianza, y no dijo más, acepto.

A los tres días después, Abdel realizo una junta entre los tres para dar un paso importante; darme a conocer ante el mundo y comenzar a pelear mi trono. Por unos largos minutos realizamos algunos tratos con Abdel a cambio de su ayuda, sin ninguna objeción, Alek y yo aceptamos los términos. Y en este momento nos declaramos socios por medio de un contrato, donde por primera vez, hace mucho tiempo, al fin firmo con mi verdadera identidad.

—Debo mencionar algo importante. Aina cuenta con una empresa de exportación de diamantes, esta bajo su nombre, así lo demando el padrino en su testamento —menciona mi amigo.

No me impresiono, Alek me comentó un poco sobre la empresa.

—Hay algún problema con ello —pregunta el hombre moreno sentado frente a nosotros escuchando atentamente a sus palabras.

—Hace semanas se cambio el nombre de la empresa y ahora esta bajo el nombre de AIV Diamonds —explica a ambos, pero me mira a mi —. Ayer recibí una llamada de Cedrick Meyer. Quiere asociarse con Aina.

Ante lo dicho, no le veo ningún inconveniente en asociarme con el tal Cedrick, en caso de que sus propuestas sean para el beneficio de la empresa.

—¿Hay algún problema en asociarme con él? —le pregunto a mi amigo ante sus gestos pensativos.

—Necesitamos reunirnos con él para conocer sus motivos y términos de asociarse.

—Cedrick Meyer, lo conozco muy bien —interrumpe el moreno—. Es muy fanático de la joyería —sonríe el marroquí al recordar al hombre.

—Bien, antes de darme a conocer al mundo quiero conocer a Cedrick —estoy de acuerdo en conocer al hombre.

Alek asiente sin protestar.

—Bien, le diré a Leah que agende una cita con él.

— ¿Quién es Leah? —Pregunto.

—Leah Kang es una amiga de confianza, ella me a ayudado a manejar las finanzas y administración de la empresa... Tranquila, confió en ella.

Le sonrió ante la breve explicación. No digo nada y confió en él. «Tengo mucho que conocer.»

—Bien, hagan lo que tengan hacer. Esperaré su señal.

Abdel levanta su copa y brinda en celebración ante nuestra alianza. Asiento con la cabeza y le continuo el trago y después Alek bebe de su licor. Después del banquete que Abdel mando a preparar, Alek y yo tomamos nuestras pertenencias para emprender nuestro vuelo. De nuevo dejamos las cálidas tierras.

Durante el viaje Alek me enseña todos los movimientos y cuidados de la administración de la empresa. Es mucho lo que tengo que conocer, pero pongo completamente atención si ahora la empresa está a mi nombre.

Unas largas horas de temas nuevos, en mi cabeza se llena de información que durante el proceso me comienza a doler, Alek se alerta y me da mi medicamento.

—Gracias.

—Hay que dejarlo aquí. Debes estar muy agotada y no es bueno para tu salud.

El rubio tiene razón, aun tengo que cuidar mi salud, el tratamiento que he tenido me ha ayudado a no tener recaídas. Después de ingerir los alimentos traídos por la azafata, opto por dormir el resto del viaje.

Mi profundo sueño es interrumpido por el frio que invade mi cuerpo logrando erizarme la piel. Con molestia abro los ojos y me percato, a través de la venta, el cielo nublado; al instante la azafata anuncia nuestra llegada a Rusia. Despierto a mi amigo y se asusta por mi atrevimiento, sonrió ante su reacción, pero le informo sobre nuestra llegada, asiente y nos preparamos para bajar del avión.