Capitulo 7

3.1K 364 79
                                    

Gemma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gemma

El momento se ha vuelto incómodo para ambos, en especial para mí cuando él ha puesto sus manos sobre mi cabello, la cercanía de su rostro al mío, el olor de su colonia que me atrapa en ese instante, una mezcla quizás entre madera seca, roble y algo cítrico, quizás un poco de pomelo.

—Muchas gracias —respondo desviando mi mirada de sus ojos grises—. Ha sido un regalo de mi madre, creí que lo había extraviado.

—Debería irse a la cama ya, es un poco tarde. No le recomiendo andar por ahí a altas horas de la noche —dice serio.

—¿Por qué? ¿Acaso los perros me podrían atacar? —respondo a modo de burla pero aquello no le saca una sonrisa. Este hombre es bastante temperamental.

—Los perros no es lo que le debería temer en esta casa señorita Ferreti.

—¿Entonces? ¿A que debo tenerle miedo? —ataco su pregunta.

Quiero respuestas, sé que esta familia no pinta ser solo una familia de una clase acomodada. Es algo más que eso. Y yo estoy dispuesta a averiguarlo.

—Ya le he dicho regrese a la cama, buenas noches.

Santo intenta alejarse, huir quizás de mí, pero no se lo permito. Lo sostengo fuerte de la manga de su camisa.

—Responda a mi pregunta, ¿quiénes son en realidad ustedes? ¿Por qué cada vez que toco el tema lo evaden? Todos parecen tener miedo de decírmelo.

—¿Con que derecho se atreve a cuestionar a mi familia? —frunce el ceño y fija su vista en mi acción—. ¿Como se atreve a hacerlo?

Me paro derecha y lo encaro.

—¿Usted también cree que soy una tonta a la que pueden engañar? Estoy en mi derecho después de ser sacada como si fuera un animalito de mi casa en Portofino, y no me iré sin saber la verdad.

—Pierde su tiempo señorita Ferreti, no tenemos nada que ocultarle. Su mente infantil ha comenzado a imaginar escenarios tontos como la mayoría de jovencitas de su edad.

¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve ese idiota narcisista a llamarme infantil? Ya verá de lo que soy capaz.

—Está bien, no me diga nada. Ni a puñetazos se lo podría sacar, y ya ha comprobado de que pego duro. Es mejor que se cuide de un segundo golpe de mi parte, la próxima vez puede ser su nariz o quizás..., buenos ahí abajo —le doy mi espalda dejándolo atrás mientras camino rápido lejos de ahí.

¿Porque le he dicho eso? Sueno como una criminal con esas amenazas. Ojala un enorme hueco se abriera en la tierra y me tragara si con eso evito pasar más vergüenzas de las ya cometidas.

—Señorita Ferreti, espere.

Camina, solo camina, no lo voltees a ver, no hagas con él contacto visual. Esos ojos grises pueden hacer dudar a cualquiera

La Tentación de lo Prohibido (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora