Narra Antonio
Abrí los ojos y me encontré a ella mirándome con ternura mientras me acariciaba la cara, sus ojos brillaban como nunca y tenía una sonrisa enorme supuse que tenía buenas noticias sobre nuestra hija. Me dispuse a mirar de arriba abajo inspeccionando su cuerpo hasta que me percaté de que no estábamos solos, mi cuñado estaba en la puerta riéndose de ver tal escena.
Yo: Hombre cuñi que pasa?
Jose: Que pasa tío? – dijo dándome la mano – na que he venido a ver a mi hermana y me ha dicho que estabas aquí tú también y bueno me ha contado por encima un poco todo.
Yo: Aaahh ósea que ya sabes tú sobrina está aquí?
Jose: Si lose y estoy deseando conocerla – dijo con los ojos cristalinos
Yo: Mi amor como está la nena? – dije dirigiéndome a ella
Malú: Muy bien cariño, el médico me ha dicho que pronto le darán el alta pero que tiene que estar en reposo...pero a que no sabes lo mejor? – negué con la cabeza – la niña me ha pedido pasar conmigo una temporada hasta que vuelva al centro, que no va a volver por que no la voy a dejar sola pero bueno no se lo podía decir conforme esta ahora – dijo muy ilusionada
Yo: Enserio mi amor? Por fin la vamos a tener en casa...bueno digo por fin la vas a tener en casa – dije rectificando
Malú: No seas tonto sabes que esa casa nunca ha dejado de ser nuestra...además no tienes donde ir y no pienso dejar que te vayas a un hotel tu y yo hemos vuelto no? - asentí con la cabeza – pues no se hable más cuando te den el alta nos vamos a nuestra casa con nuestra hija.
Yo: Pero mi amor y María y su marido?
Malú: Hay perdón se me ha olvidado decírtelo...la niña se viene porque no quiere saber nada de ellos y me ha dicho que le pide permiso a la asistenta social, así que si la asistenta nos da permiso nos la podemos llevar.
Estaba que no cabía dentro de mí de felicidad, por fin iba a tener en casa a lo que más quería del mundo a mi mujer y a mi hija, pero lo que me tenía preocupado era cuando llegara el momento de decirle la verdad, si cuando se enteró de que era adoptada no quería ver ni en pintura a los que eran sus padres imaginaros a nosotros que éramos los de verdad.
El hermano de Malú se fue y nos quedamos solos, me levante de la cama ya que estaba mejor fui hacia ella que estaba mirando por la ventana y la cogí de la cintura, me di cuenta de que la asuste porque pego un pequeño brinco. Empecé a besarla por el cuello mientras le acariciaba la barriga no aguanto mucho y se giró entrelazando sus manos en mi cuello mientras yo seguía besándola por el cuello pero esta vez decidí seguir a más y baje mis manos a su culo impulsando a que pusiera sus piernas en mi cintura. La bese con muchas ganas estaba desatado hacía mucho tiempo que no lo hacía con ella ni con nadie.
Malú: Mi amor...para...no estamos en el sitio adecuado – dijo con la respiración entre cortada
Yo: Venga anda un poquito...que te tengo muchas gana – dije poniendo mis manos dentro de su pantalón – además está cerrado con pestillo mira – dije señalando a la puerta
Malú: Me vuelves loca – dijo quitándome la camiseta y besándome descontrolada
Yo: Mmmmm y a tu a mi pequeña – dije quitándole yo ahora su camiseta
La agarre del culo y nos dirigimos a la cama, nos quitamos los pantalones quedamos en ropa interior mis manos se volvían locas por todo su cuerpo la acariciaban de arriba abajo como si no hubiera un mañana, con rápido movimiento me quito los calzoncillos ahora sí que estaba completamente desnudo pero faltaba ella, la senté encima de mis piernas y le quite el sujetador sin dejar de besarla cuando tenía los pechos al descubierto le hice un recorrido de besos desde su boca hasta su pechos donde me entretuve un rato, escuchaba como sus suspiros cada vez eran más fuertes así que decidí hacerla disfrutar más, la volví a tumbar en la cama y dirigí mis manos al borde de su tanga deslizándolo despacio por sus hermosas y suaves piernas cuando se lo quite lo tire por la habitación ni siquiera mire donde había caído con tal monumento delante mía desnuda completamente era imposible pensar con claridad. Abrió las piernas invitándome a entrar y no dude ni un momento me agache hasta su intimida y empecé a chuparla sin control ella me cogió del pelo para que no parar y su suspiros de convirtieron en gemidos.