Narra Malú
Una vez acabada con la ecografía volvimos a la consulta del médico, para que me diera los medicamentos para las náuseas, para el dolor de espalda etc. Cuando salimos del hospital llame Antonio, un tono, dos, tres, no me lo cogió, así unas tres veces, estaba empezando a preocuparme, no sabía dónde estaba, se había ido solo a buscar a nuestra hija pero ni si quiera sé por dónde ha ido. Hablado con Vane y Pastora decidimos dar una vuelta por las calles para ver si lo veíamos, me costó convencerlas porque ellas querían que me fuera a casa a descansar pero no podría estar tranquila mientras Antonio esta por ahí. Íbamos por las calles más pobres de Madrid cuando de repente nos metimos por una calle estrecha que daba a una plaza donde se escuchaban los gritos de una niña llorando, cuando nos acercamos a la plaza me levante un poco del asiento para ver qué pasaba y vi a unos chicos peleándose y a una niña en el suelo con las manos en la cara, quise bajar pero Vane y Pastora no me dejaron, baje la ventanilla para poder escuchar a ver si decían algo, mientras que Vane llamaba a la policía cuando de repente la oí era su voz, la voz de mi niña.
Noe: PAPAA!! – gritaba – DEJALO VAMONOS YAAA!!
Baje rápidamente del coche, esquivando a mis amigas que me cogían del brazo para que no saliera, querían que me esperara a que llegara la policía pero yo no podía dejar a mi niña así y Antonio peleándose.
Yo: MI AMOOOR!! – dije corriendo hacia ella
Noe: MAMIII!!! – dijo sin levantarse del suelo, no entendía porque no corría hacia a mí, hasta que me figue que tenía los pies fatal, dios mío quien le puede hacer tanto daño a una simple niña
Cuando llegue hasta ella la cogí en brazos y la bese por toda la cara, nos podíamos parar de llorar ninguna de las dos, nos habíamos echado mucho de menos, me quite la chaqueta y se la puse a la niña por encima estaba helada y hecha un cristo y se iba a poner peor si no la curábamos ya. Cogí a la niña y la aleje un poco de donde estaban Antonio y el marido de María pegándose, estaban tan metidos en la pelea que ni siquiera se habían dando cuenta que estaba hay.
Yo: Cariño escúchame bien – dije cogiéndola de la cara – ves el coche que hay – afirmo con la cabeza – la tita pastora y Vane esta hay quiero que vayas corriendo como puedas hacia ellas y te metas dentro vale? No quiero que salgas veas lo que veas entendido?
Noe: Mama no yo quiero quedarme con papa y contigo no quiero volverme a separar – dijo enganchándose a mi cuello – tengo mucho miedo mami
Yo: Hazme caso por favor muy pronto vamos a estar juntas vale? Ahora corre mi amor – dije mientras la levantaba y veía como salía corriendo hacia el coche.
Una vez vi que Vane abrió la puerta y la metió dentro me gire cara a donde estaban los chicos, sé que es muy arriesgado meterme entre una pelea en mi estado y que de vería estar en mi casa tranquilita, pero mi marido esta forcejeando con una pistola y mi hija está mal herida por el grandísimo hijo de puta que la ha secuestrado esto no se puede quedar así.
Yo: ANTONIO!!! – dije gritando, al oír mi voz se quedó paralizado.
Antonio: Malúú!! VETEEEE!! – dijo sin soltar al otro – COGUE A LA NIÑA Y VETE
Yo: La niña ya está a salvo, Antonio por favor ten cuidado – dije cogiéndome la barriga – HIJO DE PUTA SUELTA A MI MARIDO!!! – al decirle eso paro de forcejear y dejo Antonio en el suelo de un golpe con la pistola, pero el rápidamente se incorporó.
Cuando me acerque a Antonio para cogerlo, el marido de María me cogió por el cuello y me puso la pistola en la cabeza, y hay vi mi vida pasar por delante mía como si fuera una película, ahora que había encontrado a mi hija, que tenía la noticia de que íbamos a ser dos más, todo se iba a la mierda si apretaba ese gatillo. Antonio nos miraba horrorizado y Noe desde el coche pude ver como intentaba salir corriendo, menos mal que pastora y Vane la sujetaban aunque con lágrimas en los ojos.