Narra Malú
Fuimos todos al jardín a disfrutar de la barbacoa y de la piscina, tu vimos una cena muy agradables, nos la pasábamos riendo, haciéndonos bromas uno a otros, escuchando las batallitas de los niños que las contaban súper ilusionados. La verdad que hacía mucho tiempo que nos disfrutaba tanto de una cena con todos mis amigos, estaba muy muy feliz, miraba a los niños como corrían de un lado para el otro con el jardín jugando con la pelota hasta que me percate de algo que no me gustó nada, donde estaba Noe? No la veía por ningún sitio, donde podía estar?. Fui hacia dentro hasta su habitación y no estaba, entre al baño y tampoco, en mi habitación tampoco, en el salón tampoco, en el comedor tampoco, en la cocina tampoco, en el estudio tampoco. Cada vez me asustaba más me estaba poniendo muy nerviosa, fui hacia el baño de abajo e intente abrir la puerta pero estaba cerrada con pestiño, supuse que estaría ahí, toque a la puerta pero no me abría y tampoco contestaba pero yo escuchaba como corría el agua del grifo, me aparte un poco y le pegue una patada a la puerta y ahí estaba tumbada en el suelo con los ojos cerrado y los labios moradisimos. Apague el agua y corri hacia ella.
Yo: Noe, cariño despierta – dije pegándole pequeños cachetes en la mejilla – por favor mi vida abre los ojitos – dije llorando
Estuve por lo menos 10 minutos intentando que se despertara pero no había manera, estaba blanca, con el labio morado, tenía el frente ardiendo y estaba sudando. Pero que le había pasado? Si hace nada estaba bien. No aguante más y llame a Antonio.
Yo: ANTONIO!! – dije gritando
Antonio: Voy!! – dijo desde el jardín – dime gorda que pa... - dijo quedándose paralizado cuando vio a Noe en el suelo – Malú que ha pasado?
Yo: No lose gordo, cuando he abierto la puerta estaba aquí tirada e intentado despertarla pero no hay manera – dije llorando con Noe entre mis brazos
Los demás al escuchar los gritos no tardaron en dos segundo en venir. Cuando llegaron se quedaron todos como Antonio. Vero fueron corriendo a por el teléfono para llamar a una ambulancia.
Vero: Al final he llamado a un amigo que es médico y vive aquí al lado, si llamaba a una ambulancia iba a tardar más. – asentí con la cabeza agradeciéndoselo.
A los 10 minutos picaron a la puerta y Vero fue corriendo abrir, el medico entro al baño a la velocidad de un rayo y nos dijo que saliéramos todos del cuarto de baño, que si queríamos se podía quedar una sola persona con el. Me quise quedar yo pero Antonio no me dejo me vio tan nerviosa que prácticamente me obligo a que me fuera con los demás al comedor. Lucia mi ahijada estaba muy asustada abrazada a su madre llorando, yo no podía consolarla porque estaba pero que ella, los demás al rato decidieron irse pero no sin decirme que cuando el doctor se fuera que avisara de cómo está la pequeña.
Y ahí estaba yo tumbada en el sola apoyada en las piernas de Vero que era la única que se había insistido en quedarse y Lucia en el otro sofá dormidita, por fin pobrecita no tenía edad para pasar todo esto.
Narra Antonio
Decidí quedarme yo en el baño con el doctor mientras que todos se iban al comedor, Malú quiso quedarse pero no la deje estaba nerviosa y temblando para como quedarse con ella.
Antonio: Doctor como esta mi hija? – dije muy asustado
Medico: La niña está bien solo ha sufrido una reacción alérgica lo que ha hecho que se desmaye y tengo mucha fiebre, aquí le dejo las pastillas que le tiene que dar cuando despierte aun tardara un poco en hacerlo porque le he pichado el antibiótico para la alergia y eso hace que duerma bastante rato. Si por alguna que otra razón la niña despierta con fiebre otra vez métela en la ducha con agua fría para que se le baje de acuerdo?
Antonio: Si, Muchísimas gracias doctor – dije mientras cogía a la niña en brazos para llevarla a la cama.
Salimos del baño y Malú se levantó corriendo hacia a mí, me abrazo con la niña en brazos y le dije que tenía que llevarla a la cama, que ahora bajaría a contarle lo que me había dicho el medico pero que no se preocupara que no era nada grave.
Llegue a la habitación de la niña le puse el pijama la metí en la cama le di un beso y baje hacia el comedor en busca de Malú, para contarle todo lo que me había dicho el médico, pero cuando baje Vero me hizo gesto con la mano para que no hiciera ruido, mi princesa se había quedado dormida de tanto llorar en su piernas, me daba lastima despertarla y la cogí en brazos a ella también e hice los mismo que con Noe la tumbe en la cama, le puse el pijama y le di un beso pero a ella los labios.
Me quite la camiseta y me tumbe a su lado, la abracé por la cintura y la traje hacia mí, intente conciliar el sueño pero no pude estaba muy preocupado por mi hija asique me levante y me fui hacia su habitación. Seguía de la misma posición que le había dejado anteriormente, me acerque a su cama y me tumbe a su lado abrazándola. La niña con un auto reflejo se abrazó a mi acomodando su cabecita en mi pecho y su manita junto a la mía. Sonreír embobado al notar su mano junto a la mía, la miraba una y otra vez sin creerme que por fin estaba a mi lado, vale que ella no sabía que era su padre pero lo importante era que la tenía y pronto se lo íbamos a decir.
Tenía un miedo terrible que al contárselo no quisiera saber nada de nosotros, que se sintiera engañada como le paso con sus padres adoptivos, pero ella tenía que entender que en el hospital no se lo podíamos decir conforme estaba, también tenía miedo a que pensara que la dejamos hay porque no la queríamos, que se pensara que nos quisimos deshacer de ella y no era así todos sabéis que por mis problemas con el alcohol me quitaron su custodia.
Estuve pegándole vueltas a todo hasta que el sueño me venció, había sido un día muy ajetreado. Tampoco podía dormir profundamente tenía que estar pendiente de la niña por si despertaba y tenía fiebre, no solo estuve pendiente de ella si no de Malú también se había dormido con ataque de nervios muy fuerte y cada vez que hace eso tiene pesadillas horrorosas.
Narra Malú
Eran las 4 de la mañana unos gritos que venían del cuarto de mi hija me despertaron me gire para buscar a Antonio pero no lo encontré me levante corriendo y fui hacia la habitación, cuando entre no había nadie, me asome al baño que estaba la luz encendida y entre. Hay estaban los dos Noe desnuda llorando metida en la ducha y Antonio tirándole agua.
Yo: Que le está haciendo Antonio? No ves que está llorando – dije enfadada
Antonio: Gorda la niña tiene mucha fiebre estoy haciendo lo que me ha dicho el médico – dijo sin parar de tirarle agua.
Noe: Malúúú – dijo la niña llorando haciéndome gesto con las manos para que fuera.
Yo: Ya está mi vida ya...tranquila ya acabamos – dije abrazandole
Noe: Tengo mucho frio Malú – dijo tiritando
Yo: Mi amor no la podemos tapar? – dije refiriéndome a Antonio
Antonio: No cariño como mucho se pone las braguitas y ya está, el médico me ha dicho que si la tapamos es peor.
Malú: Vamos pequeña hoy duermes con nosotros – dije cogiéndola en brazos
Salió de la ducha y se puso las braguitas, pobre estaba tiritando pero no la podíamos tapar. Antonio vio que la niña estaba cansada y la cogió en brazos, la niña se aferró a él escondiendo su cara en su cuello. Llegamos a la habitación y tumbamos a la niña en la cama nos pusimos cada uno a su lado.
Yo: Duérmete princesa – dije acariciando su cara
Noe: Sabéis una cosa? – dijo mirándonos
AyM: Que? – dijimos los dos a la vez
Noe: Ojala tuviera unos padres como vosotros...sería muy feliz...gracias por cuidarme tanto – dijo con lágrimas en los ojos cerrándolos por el cansancio
Y yo morí de amor al escuchar esas palabras, mire a Antonio y también tenía los ojos llorosos, nos abrazamos con cuidado de no despertar a la niña y nos dimos un beso muy apasionado después nos tumbamos abrazando a la niña y así nos quedamos dormidos como una familia real.