Into The Ocean | Kookv

Capítulo Veinticinco

El final se acerca. Terminó el año y se acabó el invierno. No más nieve y vientos fríos. Bienvenido sea nuevamente el verano, la brisa calurosa, días de playa y comer mariscos.

El verano en Nueva York no era tan caluroso como en la Isla Jeju. Planearon una salida a la nueva playa para ellos, los mataban las ganas de darse un buen chapuzón, de sentir nuevamente la arena pegada en sus cuerpos. Desde que llegaron a la ciudad no habían puesto ni un pie en la playa.

Se pusieron ropa fresca, shorts, camisa de manga corta y sandalias de goma. También picaron fruta, la guardaron en un toper y salieron parar tomar un taxi. Apenas comenzaba el verano y se sentía muy soleado. 

El grupo estaba muy emocionado. Para ellos, volver al mar era como regresar a casa. Cuando bajaron del taxi, caminaron adentrándose en la playa, quitándose las sandalias al sentir la arena entrando en ellas. Una ola de felicidad los envolvió al sentirla entre sus dedos y la planta de sus pies. No pudieron evitar correr, soltando las mochilas casi al llegar a la orilla.

Las olas eran enormes, mucho más que en Jeju. También había un muelle, lanchas, y motos acuáticas. Taehyung y Jimin casi saltaban de felicidad, jamás tuvieron la oportunidad de montar una moto acuática como esas. Esa era su momento.

Los cuatro se acercaron corriendo a la orilla, donde pudieron sentir el agua tibia cubrir sus pies. Jungkook sin dudarlo, sin importarle el tamaño de esas olas se lanzó, con esa enorme sonrisa expandida en su rostro.

—¡Vayamos a lanzarnos desde el muelle! —propuso Jimin. Todos aceptaron y corrieron empapados hasta la punta del muelle para lanzarse uno por uno.

—Esto es increíble. La temperatura del agua es perfecta. —soltó Kai flotando acostado.

No se habían dado cuenta que Jungkook no estaba ahí. De pronto jalaron a Taehyung desde abajo y se alteraron. Luego salieron ambos, Jeon riendo y a la vez siendo golpeado en el pecho por el castaño. Tremendo susto le metió.

—¡Tonto! Deja de hacer eso.

—Lo siento. —rio —. Solo recordaba la primera vez que te encontré en ese bote. Por poco te ahogaba, pero te salvaste por tu cara bonita.

—¿Así que fue solo por eso?

—Sí. Iré a abajo, ya vuelvo.

—¡Espera! Vamos todos.

Se sumergieron y se sorprendieron del bonito arrecife de coral que había debajo de ellos. Se veían con colores vibrantes, llenos de vida y muchos caracoles. No era muy profundo por el hecho de que estaban muy cerca de la costa, y habían muchos salvavidas a lo largo del perímetro.

Salieron del agua para preguntar el precio de las moto acuáticas. Eran muy caras pero, ¿qué no era posible con la tarjeta de mamá? Rentaron dos de ellas. No debían irse muy lejos, solo a lo largo del muelle.

Estaban en un problema, porque Jungkook quería conducir una de ellas, pero a Taehyung le daba cero confianza. Le aterraba que ese pez andante les provocase un accidente.

—Oh, por favor, Taehyung. Dijiste que tú tampoco has conducido una de esas. ¿No es lo mismo?

—Claro que no es lo mismo. Al menos yo tengo más conocimiento sobre ello, porque son parecidas a una motocicleta convencional.

—Solo explícame. No creo que sea tan complicado.

El señor se tomó el tiempo de darles una corta explicación a los cuatro. Al terminar y asegurarse de que hayan comprendido, les puso chalecos salvavidas para dirigirlos a las motos.

Al final Taehyung accedió a dejar que Jungkook condujera. Jimin tenía experiencia por las entregas a domicilio que hacía en la antigua cafetería, y ni loco le dejaría el mando a Kai.