Capítulo Veinte

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Amaneció. Taehyung estaba tan aferrado al cuerpo de Jungkook, como si temiese que fuese a irse de nuevo.

Jeon abrió los ojos y lo vio aún durmiendo. Acarició su cabello con suavidad. Se veía tan pequeño. Sería incapaz de dejarlo. Recordó sus palabras de la noche anterior, esas que dijo mientras su voz se cortaba y sus ojos se llenaban de lágrimas.

"Te amo."

"Estoy enamorado de ti."

Enterró sus largos dedos en la cabellera castaña. —Yo también estoy enamorado de ti.

Cuando se giró para levantarse y entrar al baño, encontró a Yoongi parado en la puerta con una expresión de desagrado en su rostro. Su nariz arrugada, su labio superior ascendido y las cejas fruncidas.

—¿Qué estás mirando? ¿En qué momento entraste?

—Toqué la puerta dos veces. Supuse que seguían dormidos y por eso entré. —cruzó los brazos.

Jeon estaba tan entrado en sus pensamientos que ni siquiera escuchó la puerta.

—Taehyung sigue durmiendo. Baja la voz.

—Quiero hablar contigo.

—¿Puede ser después? Apenas estoy despertando.

—La libreta.

Se puso helado. —¿Eh?

—Parece que descubrí su secreto. Siempre lo sospeché, que algo en ti era extraño. Siempre lo veía escribiendo cosas en esa libreta. Ahora sé que hablaba de ti.

—T-Tú...

—¿Es real? ¿Eres un pez?

—No debes saberlo... Estarías en peligro si ellos se enteran.

—¿Quiénes son ellos? ¿Los otros como tú?

Se puso de pie, tratando de mantener la postura firme. —Si quieres seguir con vida, será mejor que no metas las narices en esto. ¿Crees que es un juego?

—¿Fue una amenaza?

—Es una advertencia. Si ellos se enteran que un humano más lo sabe, estarás en peligro.

Taehyung se removió. Abrió los ojos y vio al par de pelinegros frente a él. —¿Qué están haciendo?

—Mamá dijo que el desayuno está servido. —finalizó y salió de la habitación. El semblante de Yoongi era muy serio y frío.

Jungkook se quedó pensativo. Ahora Yoongi lo sabía. No podía permitir que alguien más se enterase.

Debía deshacerse de esa libreta.

—Oye, ¿qué sucede?

—¿Cómo encontró la libreta?

—Cuando salí a buscarte la olvidé en el escritorio y Yoongi la tomó. É-El no dirá nada, me aseguraré de que no lo haga. Puedes estar tranquilo.

—Si la manada sabe de él, lo matarán. Recuerda lo que dijeron. Debes deshacerte de esa libreta.

—P-Pero...

—No la necesitas.

—De acuerdo. Lo haré.

Finalmente entró al baño. Taehyung se levantó de la cama y corrió las cortinas de la ventana. Alzó las cejas de la sorpresa, debido a que allá afuera ya estaba nevando. El cristal de la ventana estaba helado, las hojas de las palmeras cargadas de copos, y una capa fina blanquecina sobre la arena. La atmósfera era fría y tranquila.

Into The Ocean | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora