Capítulo Doce

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Diez en punto de la mañana. Despertó envuelto en unos brazos cálidos, con un rayo de luz entrando por el orificio de la cortina. Levantó la mirada y lo vio aún dormido, realmente era fan de esas pestañas largas tan bonitas, y de sus finos labios pigmentados de un rosado que se encontraban entreabiertos.

Escuchó la puerta tocar, sobresaltándose por estar desnudo en los brazos de un hombre que también estaba desnudo.

—¿Taehyung? ¿Estás despierto? —su madre tocó una vez más —. Necesitamos ayuda allá afuera. Sal pronto.

—S-Sí, enseguida voy. —salió de la cama para tomar ropa limpia de su armario y vestirse. Luego entró al baño, observándose en el espejo, su cabello estaba muy desordenado, sentía sus piernas temblar levemente al caminar.

Se sostuvo del lavamanos, teniendo flashbacks de lo ocurrido en la madrugada. Se vio a él arqueando la espalda, empuñando las almohadas y luchando por no soltar algún ruido fuerte. Sacudió la cabeza. Después vio a Jungkook frente a él sosteniéndolo de las caderas para llegar más profundo, y los casi inaudibles gruñidos que soltaba en momentos.

Se lavó la cara con agua fría, peinó su cabello y volvió a la habitación. Jungkook ya estaba vestido, sentado en la cama estirando sus brazos.

—¿Por qué no me despertaste?

—Iba a hacerlo después de vestirme. No uses la misma ropa, puedes tomar lo que quieras del armario. —corrió la cortina para abrir la ventana, esta daba justo frente al mar —. Carajo...

—¿Qué sucede? —se ponía una nueva camisa mientras se acercaba a la ventana.

—Jamás vi algo como esto... —ramas, algas, objetos destrozados se ubicaban sobre la arena —. Parece que la marea subió bastante. Vamos a afuera.

Aún hacía mucho viento, las olas se veían bravas y el cielo seguía nublado. La pequeña cabaña donde el padre de Taehyung guardaba el equipo de salvavidas estaba completamente destrozada. Montones de algas y ramas regadas por doquier, hasta pequeños peces muertos en la arena.

—Vaya que sí fue una gran tormenta, mira todo este desastre.

—Tengo que sacar a Kai de ahí, no quiero que lo castiguen en mi lugar.

—¿Encontraste la forma?

—Pudimos encontrar otro brazalete, lo lleva puesto, solo falta el último paso.

—¿Y qué le diré a mamá? Ni siquiera sabe que volviste.

—Pensaremos en una solución. Tengo que arreglar este desastre, y convencer a la manada de que no eres una amenaza. No lo eres, ¿verdad? —dice en un toque burlón.

—¿Qué? Tuvimos sexo anoche, ¿puedes pensar que soy una amenaza?

—Es verdad. Por cierto, ¿cuándo podemos hacerlo de nuevo?

—¿Q-Qué?

—Digo, si lo hicimos una vez, podemos volverlo a hacer, ¿verdad?

Desvió la mirada avergonzado, no quiso responder. —A-Ayúdame a juntar todas esas ramas, rápido. M-Más tarde iremos por Kai.

—De acuerdo. —se veía contento, daba pequeños saltitos al caminar y se agachaba de una forma muy tierna para juntar las ramas.

El hermano mayor de Taehyung los observaba de lejos, con el semblante serio, teniendo a Jungkook en la mira. ¿Cuándo regresó? ¿En qué momento? No lo vio entrar por la puerta, a ninguno de los dos. Y no tendría ningún sentido que hubiese llegado la noche anterior, por la fuerte tormenta que pudo ser mortal para cualquier persona que estuviese fuera.

Into The Ocean | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora