Yoongi había decidido que esa tarde sería perfecta para una escapada a la playa. La brisa del mar y el sonido de las olas siempre lo relajaban, así que estaba ansioso por disfrutar de unas horas de tranquilidad bajo el sol. Subió al segundo piso de su casa, dispuesto a darse un baño rápido antes de salir.
Al abrir la puerta del baño, una escena completamente surrealista lo dejó paralizado. Ahí, en la bañera, se encontraba Jungkook con su larga cola de pez morada que sobresalía por el borde. Los ojos del tritón se abrieron con sorpresa, y en un movimiento reflejo, se cubrió el pecho con los brazos, recordando la enseñanza de Taehyung sobre no estar desnudo frente a los demás. Yoongi gritó del susto, su voz resonando en el pequeño baño.
—¿¡Por qué carajos no le pones seguro a la puerta!? —exclamó, tratando de recuperar el aliento —. ¿Y por qué te cubres si eres un hombre? No tienes pechos.
Jungkook lo miraba con los ojos muy abiertos, claramente tan sorprendido como él. Antes de que Yoongi pudiera procesar lo que acababa de ver, cerró la puerta de un portazo, su corazón aún latiendo a mil por hora.
—T-Taehyung dijo que debía cubrirme... —respondió cuando la puerta fue cerrada, pero Yoongi tenía razón. ¿Por qué se cubrió? La costumbre. O, el trauma por los regaños de Taehyung.
Un escalofrío le recorrió la espalda al recordar la cola viscosa y escamosa que había visto sobresaliendo de la bañera. Ya sabía lo que Jungkook era en realidad, pero hasta ese día, jamás lo vio en esa forma. Si tenía alguna duda de ello, ese momento le confirmaría cualquiera.
Se dirigió rápidamente al cuarto de su hermano Taehyung. Golpeó la puerta con impaciencia antes de entrar sin esperar respuesta.
—¡Taehyung! ¡Tu maldito novio escamoso no usa el seguro del baño! — exclamó, con la frustración evidente en su voz. Taehyung levantó la vista de su libro, una ceja arqueada en confusión.
Antes de que pudiera responder, un grito resonó desde el baño. —¡Taehyung, ven aquí! ¡Necesito ayuda!
Ambos hermanos se miraron antes de apresurarse al baño. Al llegar, encontraron a Jungkook en la bañera, su cola de pez todavía visible, luciendo visiblemente angustiado.
—¿Por qué te quitaste el brazalete? —le pregunta Taehyung.
Jungkook, con un tono muy inocente, respondió. —Quería limpiarme las escamas. Pensé que estaría bien.
Yoongi, cruzando los brazos, dejó escapar un suspiro de frustración. —¿En serio? ¿Limpiarte las escamas?
Taehyung se arrodilló junto a la bañera, acariciando la cola escamosa de Jungkook con cuidado. —Vamos, Jungkook. Póntelo de nuevo y te ayudaré a salir.
Jungkook asintió tímidamente, tomando el brazalete que Taehyung le ofrecía.
—Siempre olvido poner el seguro. ¡Y tú, idiota! —se enfrentó a Yoongi —. ¡Si ves la puerta cerrada, deberías tocar y preguntar si está ocupado!
—¡Ya dejen de gritar! Menos mal tenías aletas. Imagina que hubiera visto tus preciadas nalgas.
—¡Agh! Esto es repugnante. —se alejó el mayor, yendo al baño de abajo para tomar su ducha.
—Ven aquí. —Taehyung le tomó las mejillas con ambas manos, y le dio un besito suave para darle sus piernas —. Sécate y vístete, vamos a comer arroz con pulpo.
—Suena rico.
Jungkook salió de la bañera, con sus piernas humanas ya restablecidas. El agua corría por su cuerpo pálido, escurriéndose en pequeños riachuelos que delineaban su figura. Taehyung, aún arrodillado en el piso, lo observaba en silencio, su mirada fija en esa espalda, donde las gotas de agua resbalaban, bajando hasta sus glúteos y piernas mientras alcanzaba una toalla para secarse.
ESTÁS LEYENDO
Into The Ocean | Kookv
FantasyEn las profundidades del océano, habita un mundo completamente inexplorado y diferente al nuestro. Un palacio de corales y algas marinas, lleno de peces de todos los tamaños, formas y colores. Pero hay una especie en específico bastante exótica; ell...