Capítulo Veintidós

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Tres en punto de la madrugada. Despertó de golpe sudando frío y en estado de pánico. Buscando con desesperación en la oscuridad plena la presencia del castaño. Su respiración se calmó al sentir su mano siendo entrelazada con la suya.

—¿Estás bien? —pegó su cuerpo al de él.

—S-Sí... Solo una pesadilla.

¿Una pesadilla? o ¿Un recuerdo?

—Oh, tranquilo. Solo fue un mal sueño. Volvamos a dormir, ¿está bien? —lo abrazó, aún sosteniendo su mano.

Un sueño donde ese hombre sofisticado y refinado volvía a aparecer. Vestido de traje, un porte fino y elegante. Una época bastante antigua. Pero no entendía la razón por la que estaba tan asustado de verlo dentro de su cabeza. Como si temiese de ese hombre.

Sentía como si cayera dentro de un agujero negro, y al despertar su alma volvía a su cuerpo.

No sabía quién era ese hombre y por qué le aterraba tanto.

...

—¡Buenos días, dormilón! —corrió las cortinas del ventanal, luego jaló la sábana para descubrirlo —. Es hora de levantarse. ¿Por qué tus escamas son blancas?

—No tengo idea.

Escamas blancas, una advertencia de que algo malo está por ocurrir. Pero, ¿qué era? Aquel día que salió con Taehyung a jugar en la nieve, ese abrazo que provocó una pequeña descarga eléctrica activó algunos de sus recuerdos. Y al oír el nombre de ese tritón las piezas comenzaron a unirse. Esto significaba que Jungkook poco a poco comenzaría a recordar y debían hacer algo pronto para detenerlo.

Quizá la mudanza a Nueva York.

Quizá salir de la isla sea la solución y podrá vivir una vida tranquila.

—Vamos, tenemos qué tomar un baño. Hoy es la cena y debemos estar presentables. Jimin y Kai llegarán en un rato para ayudar a preparar la mesa.

—Por alguna razón estoy nervioso. No quiero arruinarlo o hacerlo incómodo. Kai debe sentirse igual, somos como uno mismo.

—Todo saldrá bien. Será divertido y acogedor. No hay manera de que lo arruinen, ya son parte de la familia. Nuestros padres están acostumbrados a nuestras estupideces. Ahora, tranquilizate... —le dio un cálido abrazo —. Sé que es tu primera navidad, y quizá por eso tus escamas son blancas, estás asustado y piensas que algo malo sucederá. Pero todo estará bien, comeremos y saldremos a jugar en la nieve.

Taehyung no sabía de las visiones que Jungkook tenía. No quería contarle para no preocuparlo, o al menos no todavía hasta que esa incomodidad se fuera y volviese a estar tranquilo.

Era un día especial. Era su primera navidad con una familia que no era suya, pero se sentía parte de ella. No quería pensar en eso ahora, solo pasarla bien, comer langosta hasta más no poder, y llenarse de nieve hasta las pestañas. Quería sentirse como un completo humano común y corriente, con una vida normal, rodeado de personas que lo querían. Solo anhelaba poder pertenecer ahí.

Se dieron un baño rápido. Trataron de no tirar el agua esta vez y apresurarse o mamá Kim les daría una paliza a ambos por demorarse. Doble paliza si se llegase a enterar que se bañan juntos y que tienen sexo. La suerte que han tenido de que Yoongi el entrometido no se haya dado cuenta aún.

Ambos vistieron con ropa muy abrigada, botas para nieve y guantes. Apenas sobresalían los rayos del sol, ni siquiera calentaban un poco. Eran tiempos muy fríos.

Más tarde, la familia Park llegó. Acomodaron la mesa, la señora Kim puso algunas decoraciones navideñas, y el señor Park llevó algunas botellas de champagne. Querían brindar por la nueva vida que comenzarían en la ciudad de Nueva York.

Into The Ocean | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora