Capítulo Uno

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Pasó una semana desde el primer encuentro con el supuesto tritón. No podía parar de buscar en Internet información sobre los tritones. Se pasaba días enteros, madrugadas enteras metido en el monitor, leyendo libros y haciendo anotaciones en su libreta. También dibujó la figura, mitad humano y su cola larga.

A pesar de que había estado yendo a pescar toda la semana con la esperanza de encontrarlo de nuevo, no tuvo suerte. Aunque no se desanimó y evidentemente seguiría yendo.

16/06/2026

Han pasado ocho días desde la última vez que lo vi. No sé su nombre y tampoco sé si tiene uno.

Tocó mi cabello.

Apesta a pez.

Cerró la libreta y salió a la cocina en busca de pan con atún para alimentarse.

—Oye, has estado metido en tu habitación toda la semana. Solo sales a "pescar" por la tarde y cuando regresas te vuelves a encerrar. ¿Sucede algo? ¿Una chica te rechazó?

—¿Qué? Cierra la boca. No es de tu incumbencia. —sirvió un vaso con agua.

—Claro que lo es, me preocupo por mi hermanito. Avísame si tengo que golpear a alguien.

—Yoongi, ¿te estás escuchando? En la
última pelea que estuviste te dieron una paliza. Puedo defenderme solo y no, nadie me rechazó.

—¿Entonces qué haces ahí adentro?

—Deja de ser tan entrometido. Tu cerebro es tan pequeño que no entenderías ni la mitad.

—Te voy a dar una paliza.

—Inténtalo.

—Anda, ve, mejor vuelve a tu habitación y no vuelvas a salir.

—Sí, como digas.

Era media noche y él seguía en su escritorio con la lámpara encendida. La ventana de su habitación abierta, dejando entrar el aire fresco, la luz de la luna llena y el sonido de las olas rompiéndose con fuerza.

Cansado de hacer investigaciones, se puso la pijama gris de cuadros, apagó la lámpara y se metió debajo de las cobijas dispuesto a dormir.

Cerró los ojos, pero a lo lejos escuchó un sonido parecido a una trompeta. Se sentó de golpe en la cama y miró por la ventana.

—Debe ser él... —salió de la cama y saltó por la ventana.

Corrió hasta el océano y, en la orilla lo vio agitando su aleta. Se acercó a paso lento hasta quedar a medio metro de él. No decía nada aún. Se quedaba de cuclillas admirando la hermosa criatura que agitaba su aleta brillante. Admirando sus hermosos ojos penetrantes, a su vez, este sostenía una magnífica caracola.

—¿Me dirás tu nombre ahora? ¿Al menos tienes uno?

—Dime Jungkook.

—Jungkook... Y-Yo soy Taehyung, me llamo Taehyung.

—Lo sé. Te escuché la otra noche.

—Yo... Salí a pescar la semana entera, pero no te vi.

—El día es peligroso, hay muchos humanos. —levantó su torso con los brazos —. ¿Qué es eso? —tocó la mejilla ajena con la punta de su uña puntiaguda.

—¿Eh? Oh, eso es un lunar, tengo por todo el cuerpo.

—¿Tu cuerpo está lleno de puntos?

—Sí. Tú también tienes... —tocó con la punta de su dedo por debajo del labio de la criatura —. Aquí, también en el puente de tu nariz, dos en tu mejilla, en la frente y... ¡Debajo de tu nariz! Como el mío.

Into The Ocean | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora