Luna grande.

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OMNISCIENTE

La luna grande se reflejaba en las olas que rodeaban la isla metkayina, la cual era reinada por el desastre de la presión para los preparativos de la boda de la princesa y el jefe re guerreros, la luna grande apenas comenzaba a asomarse, pues en el momento en el que se mostrara con todo su esplendor, sería cuando ambos se unieran.

Los nervios reinaban en toda la aldea, pero ni decir en el mauri en el que Tsireya se encontraba con su madre, Neytiri, Kiri y Tuk, daba vueltas al rededor del mauri, la carcomía el hecho de que algo no saliera según sus planes.

Kiri: Tsireya, me estas mareando con tantas vueltas. - Decía mientras terminaba de acomodar su propio cabello, el cual, por primera vez, se hizo unas trenzas en los lados.

Ronal: Hija, cálmate. - Dijo tomando sus accesorios.

Tsireya: No puedo mamá, estoy muy nerviosa, me da miedo que no salga bien, qué tal si la gran madre no nos deja unirnos. - Se sentó de una vez por todas.

Neytiri: Eso no va a pasar Tsireya, la gran madre va a permitir que ustedes se unan, ambos se aman. - Peinaba el cabello de Tuktirey.

Tsireya: Eso lo sé, pero, mis nervios están a todo lo que dan, no me puedo controlar.

Al ver el estado de su amiga, Kiri se levantó y tomo las manos de Tsireya, dirigiéndose a un pequeño cojín para tratar de calmarla y comenzar a arreglarla.

Kiri: Escúchame Reya, comprendo que estes nerviosa, pero si de algo sirve, piensa en que estas a menos de unas horas de casarte con la persona que amas, comenzaras a vivir una hermosa experiencia, por fin después de tantos años te unirás con Lo'ak, ten por seguro que serán felices durante toda su vida, además, seremos hermanas oficialmente. - A Tsireya se le aguadaron los ojos y solo tomo los hombros de Kiri para abrazarla.

Tsireya: Muchas gracias por estar aquí. - Les dijo a todas, para que las contrarías le dieran un asentimiento y una hermosa y sincera sonrisa.

Cuando por fin Tsireya se tranquilizó, Kiri pudo tomar la iniciativa de decirle algo que durante días estuvo evitando.

Kiri: Tsireya, durante varios días eh estado tratando de no recordártelo, pero, tenemos que elegir tu tatuaje, te lo hare primero a ti y después iré con mi hermano. - Solo pudo ver como el rostro de Tsireya palideció.

Tsireya: Pe, p, pero, no sé dónde me hare el tatuaje. - Tartamudeaba.

Kiri: No te preocupes, puedes decirme ahora, de hecho, el lugar adecuado es el rostro a un lado para que así puedas compartirlo con Lo'ak. - Tsireya muy a su pesar asintió y se recostó en el suelo, para que así Kiri fuera por sus utensilios.

Ronal: Hija, necesito que estes tranquila, si te pones nerviosa, te dolerá más. - Dijo tomando su mano.

Mientras Neytiri y Tuk continuaban arreglando las demás cosas, incluso Neytiri peino el cabello de Ronal, ya que esta estaba sentada dándole apoyo a su hija, ya que ese era el papel en la vida de sus hijos, su lugar seguro, a decir verdad, en el fondo estaba demasiado triste, pues, ver partir a su niña, era más que doloroso, más por que Tsireya era la niña de mamá y papá, Ao'nung casi siempre era más independiente, pero Tsireya era quien le ayudaba a ella a hacer collares, aun recordaba las tardes en las que iban a la playa a buscar pequeñas conchitas, pero, terminaban jugando en el mar.

Recordaba cómo era peinar su cabello, el cual era heredado de ella, su apariencia de cuando era bebé, aun le pasaba por la cabeza, incluso recordaba cómo fue darla a luz, tan tranquila hasta para nacer, todo lo contrario, a sus hermanos.

EMUNÁ/ KIRI Y AONUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora