Omnisciente
El cielo de pandora apenas comenzaba a verse de colores diferentes, más iluminado, con colores donde la oscuridad brilla, pero al mismo tiempo se va aclarando, un término medio entre el eclipse y el alba.
Conjunto de corazones en la aldea Awa'tlu latían con todo su potencial, no se sabía si el entusiasmo desbordante era de los aldeanos por saber que sus nuevos líderes por fin se casarían en el lugar que vio crecer a su Tsahik.
De la familia de los novios porque por fin verían a sus hijos y hermanos casarse en el hogar natal de la mitad de la familia, además de que después de tanto tiempo regresarían a su hogar.
O de los novios, pues, por el lado de Kiri, estaba ansiosa y feliz de que por fin regresaría al bosque, mejor aún, no sería solo con su familia, sino, con Ao'nung su ahora esposo y la familia de este, le causaba intriga ver como reaccionarían estos al bosque, si les gustaría, aunque algo dentro de ella aseguraba que sí, pues, su hogar era digno de ser llamado paraíso.
Aunque, dentro de ella también había una enorme nostalgia, debido a que cuando su difunto hermano estaba en sus últimos momentos de vida, lo único y último que pudo decir fue que quería ir a casa, por lo tanto, ella habría deseado que estuviera con ellos, que la gran madre le hubiera dado la oportunidad de volar de regreso a casa como siempre lo deseó.
Por el lado de Ao'nung, estaba más que feliz y dichoso de que por fin conocería el gran bosque del que venían su esposa, uno de sus mejores amigos y la familia de ellos, aunque para ser sinceros, era su familia. Otra de las cosas que lo hacía sentirse feliz, era que por fin estaría doblemente unido en matrimonio con su esposa, que lindo poder decir que Kiri era su esposa.
La familia había pasado gran parte del eclipse empacando lo que llevarían al bosque, Ronal, había estado cuidando cada diminuto detalle que su esposo e hijo empacaran, que llevarán todo lo que necesitaran, incluso, se tomó la molestia de buscar y llevar con ella algún presente para la Tsahík del bosque, ósea, Morat.
De hecho, en el mauri de los padres Sully y su hija, Neytiri no cabía de felicidad, el hecho de regresar a su pueblo era digno de tener una enorme sonrisa, ni hablar de Tuk, que si bien, le encantaba el arrecife, su gente y toda la cultura, ella mejor que nadie quería regresar para poder volver a brincar después de tanto tiempo por las grandes alturas del bosque, regresar a la aldea y ver que tanto habían crecido sus amiguitos de cuando tenía diez años, que, de seguro, ahora eran unas y unas jóvenes tan fuertes y bellos como ella.
En el mauri de los líderes, Kiri quien ya se había cerciorado de que llevar lo justo y necesario, ahora se encontraba dentro de su división, ellos no habían dormido si quiera un poco, pero, para Kiri habría sido imposible hacerlo
Pues, sus nervios no podían estar más a tope, la incertidumbre de no saber si algo había cambiado, lo que más le temía, era el ver cómo reaccionaría todo el pueblo Omaticaya, no solo ante su llegada, sino, el cómo reaccionarían ante la noticia de que ahora ella estaba casada, sobre todo con quien, el nuevo Olo'eyktan de la aldea principal y líder de toda Metkayina, siendo la nueva Tsahík de dicha aldea.
Por supuesto que los nervios de la joven adulta no fueron desapercibidos por su esposo, pues, estos mismos, la hacían dar unos suspiros que se escuchaban hasta su división y, a decir verdad, por todo el mauri, aunque en ese momento prefirió no decir nada.
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EMUNÁ/ KIRI Y AONUNG
FanfictionDespúes de la muerte de Neteyam su familia tuvo que seguir con su vida muy a su pesar. Para todos fue muy difícil asimilarlo, pero más para Kiri quien se culpaba por no haber estado ahí para ayudarlo y para Aonung, quien en un momento llego a sentir...