Nuevo instructor.

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KIRI

Desperté supongo en la mañana del siguiente día con el sonido de un cuchillo pegando en la madera, abrí bien los ojos y divise a Ao'nung, cortando unos pescados, me levante y entonces volteo.

Ao'nung: Despertaste, le diré a mi madre.- Estaba por salir pero lo detuve.

Kiri: No, no, no vayas, estoy bien.- Dije con un poco de prisa, sabía que si Ronal venía, me dejaría dentro del Mauri por mil años.

Ao'nung: No creo que estes bien después de todo lo que te hicieron esos idiotas.

Me hablaba con un tono bastante seco, supuse que era por que tenía coraje con ellos.

Kiri: Pues solo me duele un poco la cabeza pero, no estoy mal tranquilo. - Le di una sonrisa y el solo se dio vuelta para ir por Ronal.

Llego después de un momento con Ronal, quien comenzó a revisarme de pies a cabeza, fue cuando me di cuenta de todas las heridas que tenía, comencé a recordar todo lo que paso, como me atacaron, pero la verdad es que no me aflige en absoluto, cuando estuve en el bosque aprendí muchas cosas, tanto como espirituales, sobre como manejar los poderes que me dio mi madre Eywa y una de las muchas cosas que aprendí a hacer, es a tomar las cosas de quién vienen, ellos solo dan lo que tienen dentro del corazón.

Ronal: Bien, pues estas muy bien, has mejorado, pero te quedaras aquí durante una semana más, no sabemos que pueda pasar.- Tenía todo su equipo de Tsahík, supongo que si estuve mal.

Kiri: Pero me siento bien.

Aonung: Eso no quiere decir que estes bien, te quedaras aquí y punto.- Dijo apuntando el piso del Mauri, con una cara de gruñón.

Ronal lo vio con unos ojos de desaprobación pero no le dijo nada.

Kiri: Muchas gracias Ronal.

Ronal: De nada mi niña, si necesitas algo, avísenme.- Se dirigió hacia mi con un guiño en el ojo y haciendo un ademán refiriéndose hacia Ao'nung.

Ella se levanto y se fue de ahí, entonces Ao'nung comenzó a decirme que tenían en una cueva a los idiotas aquellos.

Ao'nung: Tu les darás el castigo, si fuera por mi ya les habría cortado la trenza pero, tu serás quien de el veredicto.

Kiri: Pero, yo no quiero hacerlo.

Ao'nung: No te estoy preguntando Kiri, lo vas a hacer.

Kiri: Oye tranquilo, no me hables así.- Fruncí el seño.

Ao'nung: Vendré por ti en el medio día, iremos a la cueva donde están ellos y te regresas para acá después.

Iba a reprochar pero entonces el salió sin decir nada más, no entiendo su estúpida actitud, antier estuvo muy amable y ahora no es más que el de siempre. Me levante y me di cuenta que había una canasta con prendas y accesorios nuevos, supongo Tsireya o mi madre los mandaron a traer.

Después de un rato llegaron Tuk y Reya.

Tsireya: KIRI!!- Se lanzo a abrazarme.

Tuk: Hermana despertaste!!!

Kiri: Hola chicas, me alegra que estén aquí.

Tsireya: A nosotras que estes bien.

Kiri: Bueno, me duele un poco la cabeza pero al menos estoy viva.

Tsireya: Ni lo digas, nos tenías tan preocupados a todos, lo bueno es que gracias a la gran madre estas despierta y pudimos encontrar a esos malnacidos que te hicieron esto.

EMUNÁ/ KIRI Y AONUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora