˚. ⚜️˚○◦˚ chapter twelve ˚◦○˚ ⚜️ .˚

149 18 8
                                    

[MBY]

Caminamos por los pasillos del palacio, la mayoría de la servidumbre nos miraba con mucha curiosidad y no era para menos. La princesa caminaba a la par mía mientras yo mantenía una postura demasiado imponente.

¿Qué tenía esto de raro? Sencillo.

Ningún miembro de la familia real camina a la par de su inferior.

Es decir, si el rey camina junto a la reina, ella debía ir detrás de él, y si la princesa caminaba con ellos, ella debía ir detrás de la reina. Si un soldado u otros miembros de la Guardia Real acompañaba a uno de ellos, debía ir detrás siempre, nunca a la par, como sucedía justamente ahora.

Subimos las escaleras secundarias y llegamos al pasillo de los dormitorios y sentí algo de mi retorcerse y mi primer pensamiento fue: «¿Qué me va a hacer?».

—Oficial Moon. —me llamó y yo agaché la cabeza para mirarla. —Puede entrar.

Señalé la manija de las puertas de su habitación y ella asintió dos veces, teniendo el permiso, abrí la puerta. No vi nada inusual hasta que oí el chillido de algo, fruncí el ceño ante aquel ruido caminando sigilosamente hasta que la princesa gritó.

— ¡La rata!

Ella se trepó en mi espalda mientras temblaba y yo intenté no perder el equilibrio cuando mis rodillas se golpearon con la base de la esponjosa cama de la princesa.

—Su alteza... ¿podría...?

— ¡La maldita rata! —señaló ella.

Vi al pequeño roedor comer algunas migajas de pan que la princesa había dejado en la alfombra roja del suelo. Estando consciente de que la princesa no se iba a bajar de mi espalda, la acomodé mejor, pero fue inútil porque terminé cayendo sobre ella en la cama.

—Auch. —me giré inmediatamente y estando debajo de mi la miré con preocupación.

— ¿Está bien, su alteza?

Ella no me respondió, pero me miró con suma delicadeza. Mi corazón se aceleró cuando ella me abrazó y lagrimeó, no sabía exactamente qué sucedía, pero le correspondí. Ella no me soltó hasta varios minutos después, nuestras narices se rozaron y sabía que algo existía dentro de mí que me hacía desconectarme cuando admiraba a la princesa...

Me gustaba.

—Yo... de-debo... el roedor. —intenté decir, mi mente sabía claramente lo que yo quería comunicar, pero mi boca no procesó bien la información.

Ella me acarició la mejilla y me dio un beso en la mejilla, separé mis labios del asombro y vi su sonrisa.

—Gracias por ayudarme, ByulYi...

Sonreí y luego ella me empujó bruscamente. Cuando iba a preguntar qué sucedía escuché un grito:

— ¡Una rata!

Suspiré y salí corriendo de la habitación.

La pobre chica, Sana, estaba subida a un mueble sosteniendo el jarrón más caro del palacio, una reliquia familiar. El pequeño roedor estaba boca arriba y antes de darse la vuelta lo atrapé entre mis manos, caminé hacia el balcón de la princesa y sin tentarme el corazón, lancé al roedor con la mayor fuerza posible. Cayó entre unos arbustos.

—Me he deshecho del roedor, su alteza. —hice una reverencia completamente seria. —Avisaré a mis superiores para que hagan una revisión exhaustiva y podamos evitar una plaga de estos roedores. Con su permiso.

❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora