˚. ⚜️˚○◦˚ chapter thirty ˚◦○˚ ⚜️ .˚

106 14 9
                                    

—Con cuidado, mi amor. —advirtió la reina Kijoo ayudando a YongSun a recostarse en la cama. YongSun hizo una pequeña mueca de dolor, pero una vez su cuerpo sintió la suavidad de las colchas y las almohadas, su rostro expresó satisfacción.

Por fin regresó a su hogar.

Los días en el hospital se habían vuelto una tortura mental para YongSun, tuvo dos crisis de ansiedad despertando del sueño inducido por medicamento. YongSun pedía a gritos ver a ByulYi y saber algo sobre su bebé, pero nadie le concedió aquello, la durmieron dos veces más, estando un total de cuatro días dormida.

A la llegada del quinto día, YongSun más calmada se sintió con la fuerza necesaria para ver a alguien, a quien fuese. Fue la reina Kijoo quien entre lágrimas vio a su pequeño rayo de Sol, la reina Kijoo se negó a irse del lado de YongSun y YongSun no deseaba que su madre se fuera.

Doce horas después, se concedió el acceso a dos personas, Seokjin fue el segundo en entrar y estar un rato junto a YongSun, después de dos horas le concedió su lugar a ByulYi. La joven militar que había arreglado para que YongSun la viera presentable.

 La joven militar que había arreglado para que YongSun la viera presentable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[KYS]

El frío penetrante del hospital se filtraba a través de las sábanas que me cubrían. Mi cuerpo se sentía pesado, como si estuviera anclado a la cama, incapaz de moverme con libertad. A mi lado, mi madre permanecía en silencio, su rostro reflejando una mezcla de preocupación y amor. Junto a ella estaba Seokjin, su presencia emanaba una serenidad que contrastaba con el caos que se agitaba en mi mente.

Tenía unas pocas horas despierta, me sentía tan angustiada antes de que el doctor me dijera que ahora estábamos fuera de peligro. Pedí ver a alguien en mi desesperación por no sentirme sola, minutos más tarde la vi, mi madre que siempre mantenía una sonrisa de fortaleza estaba desecha frente a mí. Doce horas después, Seokjin entró cuando autorizaron que podían estar dos personas conmigo. La presencia de Seokjin era importante, después de todo, para mí era como si tuviese una parte de mi padre frente a mí, además de sentirlo como otro ángel protector.

Observé a Seokjin con curiosidad mientras se acercaba a mí con una sonrisa amable en el rostro. Sus palabras fluían con facilidad, como un bálsamo reconfortante para mi alma inquieta. Hablaba de cosas triviales, de anécdotas pasadas y bromas que intentaban romper la barrera de seguridad en mi cabeza. Aunque apreciaba su intento de alegrarme, no podía evitar sentir una punzada de ansiedad que se aferraba a mi pecho.

El tic tac monótono del reloj de pared resonaba en mis oídos, marcando el tiempo que parecía moverse a paso de tortuga. Cuando Seokjin desvió su mirada hacia el reloj, una chispa de curiosidad brilló en mis ojos. Le pregunté si tenía prisa, pero su respuesta fue una negativa acompañada de una sonrisa enigmática.

—No es que tenga prisa, YongSun. —dijo Seokjin, su voz tranquila y calmada. —Pero creo que alguien más podría tenerla.

Intrigada por sus palabras, seguí la dirección de su mirada hasta la ventana cubierta por un cristal opaco. Por un momento, no entendí a qué se refería, pero luego, como un destello de luz en la oscuridad, lo vi. Una figura se movía de un lado a otro, apenas visible a través del cristal. Mi corazón dio un vuelco al reconocerla.

❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora