❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳

˚. ✨ ˚○◦˚ chapter forty-five ˚◦○˚ ✨ .˚

[Dos de la mañana.]

La oscuridad envolvía la habitación donde Soohyun se reunía con varios hombres, cada uno vestido de manera ordinaria, sin llamar la atención. En la mesa del centro, Soohyun extendió un mapa detallado de la Abadía de Shinseongbit, delineando cada pasillo y cada rincón con precisión. La luz tenue iluminaba apenas el rostro de los presentes, creando una atmósfera de misterio y urgencia.

—Escúchenme atentamente. —comenzó Soohyun, su voz resonando en la habitación silenciosa. —El día de mañana será un día crucial para Seúl y nosotros llevaremos a cabo una tarea crucial. Tenemos una sola oportunidad para llevarla a cabo correctamente. Cada uno de ustedes tiene un papel importante que desempeñar.

Los hombres asintieron en silencio, sus expresiones serias y determinadas mientras escuchaban las instrucciones de Soohyun.

—Primero, debemos asegurarnos de que cada uno esté en su posición designada en el momento adecuado. —continuó Soohyun, señalando diferentes puntos en el mapa. —Aquí hay puntos ciegos donde las cámaras de seguridad y los guardias reales no podrán vernos. Utilizaremos estos puntos para movernos sin ser detectados.

Los hombres observaron con atención mientras Soohyun explicaba cada posición con detalle, asegurándose de que todos entendieran su papel en el plan. Soohyun había sido inteligente, reclutar a hombres exprisioneros a quienes sobornó con dinero para hacer algo que les gusta: matar gente.

—Una vez que hayamos completado nuestra tarea, nos encontraremos en el punto de extracción aquí. —continuó Soohyun, señalando una ubicación en el mapa. —Desde allí, utilizaremos estas vías de escape que he preparado para asegurarnos de que podamos salir de la Abadía sin ser detectados.

Los hombres revisando el mapa nuevamente, hasta que uno de ellos finalmente rompió el silencio al dirigirse a Soohyun con una pregunta directa.

— ¿Cuáles serán nuestras armas? —preguntó cruzándose de brazos.

Soohyun sonrió de manera siniestra y, con un chasquido de dedos, hizo que Namjoon entrara en la habitación sosteniendo una caja de madera. La mirada de los hombres se posó en la caja que Namjoon colocó en la mesa frente a ellos y la abrió con cuidado, revelando una variedad de armas con mirillas meticulosamente colocadas en su interior. Los hombres observaron con atención mientras Namjoon comenzaba a distribuir las armas, una por una, a cada uno de ellos.

—Estas armas son herramientas poderosas. —comentó Soohyun, su tono lleno de malicia. —Pero recuerden, solo uno de ustedes disparará. Y ese será el que tenga la posición detrás de las novias, YongSun y ByulYi.

Un murmullo de asentimiento recorrió la habitación mientras los hombres absorbían las palabras de Soohyun. Con las armas en sus manos, los hombres se prepararon para enfrentar lo que fuera que la mañana siguiente tuviera reservado para ellos. Sabían que no había margen para el error y estaban decididos a cumplir con su misión, sin importar las consecuencias.

Namjoon observaba a su padre con frialdad en su mirada. Durante años, había sido testigo de las manipulaciones y maquinaciones de Soohyun, y había llegado el momento de poner fin a su reinado de terror.

Los recuerdos de las mentiras y traiciones de Soohyun inundaron la mente de Namjoon. Había llegado el momento de hacerle pagar por todas sus injusticias, por cada vida que había destrozado en su afán de poder y control. Y Namjoon estaba decidido a ser el instrumento de su caída.

Soohyun, ajeno a las intenciones de su propio hijo, continuaba hablando con los hombres que se habían reunido en la habitación. Se paseó por la habitación, observando a cada hombre con una mirada penetrante.