❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳

˚. ✨ ˚○◦˚ chapter forty-nine ˚◦○˚ ✨ .˚

[Dos semanas después.]

El sol se filtraba tímidamente por las cortinas del hospital, pintando la habitación con tonos cálidos y suaves. Minji yacía recostada en el diván, con los ojos cerrados y las manos entrelazadas sobre su vientre, preparándose mentalmente para lo que estaba por venir. El doctor Moon se encontraba a su lado, listo para guiarla a través de la hipnoterapia que le ayudaría a recuperar sus recuerdos poco a poco.

Este estaba siendo el último recurso al que el doctor Moon estaba recurriendo ya que, la medicación había ayudado mínimamente a Minji, sumado a que ella no cooperaba ya que mostraba un miedo a los medicamentos y comenzó a suponer que ella no tomaba su medicación.

— ¿Estás lista, Minji? —dijo el doctor Moon con suavidad, colocándose frente a ella y sosteniendo su mirada con ternura.

—Estoy lista, doctor Moon. —susurró Minji, su voz temblorosa.

El doctor Moon asintió con una sonrisa tranquilizadora y comenzó a hablar en un tono suave y calmado.

—Muy bien, Minji. Quiero que te relajes completamente. Cierra los ojos y deja que tu mente se sumerja en un estado de profunda calma y tranquilidad. Siente cómo tu respiración se vuelve más lenta y profunda con cada inhalación y exhalación.

Minji siguió las indicaciones del doctor, concentrándose en su respiración y permitiendo que su cuerpo se relajara por completo. Sus músculos se aflojaron, y poco a poco sintió que su mente se despejaba de cualquier preocupación o tensión.

—Ahora, Minji, quiero que te imagines caminando por un hermoso jardín. Estás rodeada de flores de todos los colores, el aroma fresco del césped y el canto de los pájaros te rodea. Siente la brisa suave acariciar tu rostro, llevándote a un estado de serenidad y paz.

Minji se dejó llevar por la imagen mental, sintiendo cómo su espíritu se elevaba en medio del jardín imaginario. Se sentía ligera, libre de preocupaciones y miedos, envuelta en una sensación de completa armonía con el universo que la rodeaba.

—Ahora, Minji, quiero que pienses el momento exacto en cuando llegas al palacio de los Kim. Recuerda los momentos felices que pasaste allí, los momentos de amor y alegría.

Minji inhaló profundamente, dejando que los recuerdos de su adolescencia en el palacio inundaran su mente. Vio imágenes de sí misma caminando por los pasillos, las fiestas nocturnas que hacía el personal durante los días festivos como Navidad y Año Nuevo.

—Recuerda, Minji, el día en que nació tu bebé. Recuerda cómo te sentiste al sostenerlo por primera vez en tus brazos, el amor que sentías por él.

Un destello de emoción cruzó el rostro de Minji mientras recordaba aquel momento tan especial. Vio a su bebé envuelto en una manta, sus ojos grises mirándola con ternura, y sintió una oleada de amor y felicidad abrumadora.

—ByulYi... —susurró Minji sosteniendo una sonrisa.

—Ahora, Minji, quiero que te concentres en el momento en que te arrebataron a tu bebé de los brazos. Recuerda lo que sucedió, cada detalle, cada emoción.

La expresión de Minji se volvió tensa mientras revivía aquel momento doloroso. Comenzó a aferrarse al diván y una de sus manos se alzó de repente.

— ¿Qué estás viendo, Minji? —preguntó el doctor Moon, mientras se preparaba para anotar las palabras de Minji.

Minji titubeó por un momento, luchando por encontrar las palabras para expresar lo que estaba experimentando.

—Veo... veo a un hombre... a-a varios hombres, entrando a mi cuarto, me están llevando lejos de mi bebé... estoy gritando, llorando... pero no puedo hacer nada... —susurró, su voz cargada de tristeza y desesperación. —Escucho su llanto... no sé si tiene hambre... o si... tiene frío.