❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳

˚. ✨ ˚○◦˚ chapter fifteen ˚◦○˚ ✨ .˚

—Buenos días. —saludó YongSun estirando sus músculos mientras ByulYi la miraba con admiración.

—Buenos días, princesa.

Aquella mañana realizaron la rutina de los últimos días, YongSun se daría un baño y comenzaría a preparar el desayuno mientras ByulYi hacía su rutina y después se daba un baño. Pero aquel día, ByulYi quiso hacer algo diferente, el día anterior habían tenido la idea de ir a la playa, cosa que no hacían casi siempre, al menos YongSun, porque ByulYi iba una vez por semana a recibir los suministros semanales que enviaban desde Seúl para que pudieran sobrevivir.

— ¿Qué quieres hacer hoy? —preguntó ByulYi. YongSun mordió la tostada con mermelada y mientras masticaba comenzó a pensar.

—No sé, no se me ocurre nada. —sinceró agachando la mirada.

— ¿Te gustaría explorar la cabaña? —los ojos azules de YongSun se iluminaron y asintió tres veces seguidas.

Terminando de desayunar decidieron aventurarse en este rincón escondido en busca de algo que rompiera con la monotonía del día a día en aquel lugar. Había una puerta escondida cerca de la puerta del almacén que ByulYi descubrió una semana después de su llegada a Jeju, pero nunca quiso entrar a ver qué misterios albergaba aquel misterioso lugar.

YongSun intentó abrirla, pero no pudo, ByulYi creyó que era momento de ser la heroína de músculos sexys y empujó la puerta, después de varios golpes esta, finalmente, abrió y ByulYi recibió los aplausos de YongSun haciendo que su ego subiera unos puntos.

Antes de entrar, ByulYi fue a la recámara a tomar una pistola y la cargó sin quitar el seguro, después tomó una linterna del almacén y alumbró hacia adentro, había unas escaleras. La primera en bajar fue ByulYi pidiéndole a YongSun que se aferrara a ella por la espalda, bajando poco a poco alumbrando su camino llegaron a una especie de sótano enorme donde se encontraban miles de pertenencias de los antepasados de la familia real Kim.

—Quédate aquí. —ordenó la pelinegra al pie de las escaleras, YongSun simplemente asintió.

ByulYi inspeccionó el lugar, buscando algún peligro para YongSun, al parecer ni siquiera había insectos ni roedores que fuesen una amenaza, así que guardó su pistola y buscó un interruptor para encender las luces que parpadearon unos segundos.

—Esto parece un tesoro olvidado. —comentó ByulYi mientras examinaba una colección de viejos pergaminos.

YongSun se acercó a una estantería llena de libros encuadernados en cuero. Al pasar los dedos por las páginas amarillentas, descubrió un tomo antiguo sobre los mitos y leyendas del reino.

— ¡Mira esto! —exclamó YongSun, sosteniendo el libro con emoción. — ¿Te gusta la historia?

—Realmente no es algo que me emocione, pero la tengo que saber, ya sabes, protocolos de la Guardia Real. —ByulYi sonrió al ver como YongSun hurgaba en la estantería observando el título de los libros.

—A mi me encanta, realmente a mi también me obligaron a conocerla, pero papá siempre lo hacía ver fascinante así que yo también lo hago. —ByulYi creyó que YongSun se pondría melancólica al mencionar a su padre, pero no fue así, todo sentimiento negativo fue eclipsado por la emoción de su nuevo descubrimiento. — ¿Puedo subir algunos? —preguntó mirando directamente a la menor.

—Claro que sí.

Después de que YongSun apartara los títulos más interesantes, decidieron explorar el resto del sótano. Encontraron un baúl lleno de vestidos y accesorios de épocas pasadas, les parecía inusual aquello, ya que la mayoría de los atuendos más famosos de las monarquías anteriores estaban coleccionados en un museo. Ambas no pudieron evitar sentirse como en una tienda de ropa y se probaron las vestimentas extravagantes, admirándose en un espejo antiguo.