❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳

˚. ✨ ˚○◦˚ chapter forty-seven ˚◦○˚ ✨ .˚

YongSun estaba sentada en un sillón de cuero negro en el amplio despacho que una vez perteneció a su padre. Frente a ella, sobre una mesa de madera maciza, descansaba una fotografía que evocaba recuerdos y emociones encontradas.

En la imagen se encontraba su padre junto a ByulYi, aquella fotografía había sido tomada por la reina Kijoo durante la Navidad. Ambos sostenían una copa de champagne mientras se abrazaban sosteniendo una sonrisa.

Su padre había decidido pasar la Navidad en el palacio, a diferencia de otros años, en dónde se iban de viaje hasta regresar para el día dos de enero, para retomar las actividades del reino. Pero esa vez no fue así.

El rey Kim supo que ByulYi cumplía años tres días antes de Navidad, se enteró gracias a que vio a dos guardias tomando cerveza mientras se quitaban algunas serpentinas, entonces encontró a todos los soldados de la guardia real festejando.

Todo mundo se cayó, como si les hubiese congelado la piel la mirada del rey, fue divertido, en palabras de su padre, parecía que todos vieron su carta de despido en la cara. Dongwook preguntó a quién festejaban, todos apuntaron a ByulYi quien estaba llena de serpentinas mientras Seokjin seguía echándole más sin haberse dado cuenta de que el rey estaba allí hasta que lo tuvieron enfrente.

El rey le preguntó cómo era tan atrevida de planear una fiesta sorpresa sin su permiso, por lo que Seokjin se echó la culpa, pero ByulYi arrepentida lo hizo también. Fue cuando Dongwook se apiadó de ambos y les dijo a todos los demás que tendrían sus vacaciones normales, es decir, no había sanción. En cambio, para ByulYi y Seokjin sí, debían quedarse en el palacio durante la noche de Navidad.

Pero esa en realidad era una trampa, porque Dongwook organizó una fiesta, más íntima con las familias de ambos soldados esa misma noche de Navidad. A ambos les regaló su primera insignia y un reconocimiento, más tarde entre más confianza hubo entre ambos, ByulYi y el rey Kim se pusieron a cantar, ByulYi tocó el piano siendo también una voz de respaldo para Dongwook.

Después la reina Kijoo les pidió a ambos tomarse una foto, para que ByulYi la guardara como recuerdo, pero Dongwook pidió que tomara dos porque él deseaba guardar aquel recuerdo y de ahí nació la fotografía que captaba la atención de YongSun generando una mezcla de nostalgia y tristeza.

Para aquel momento, ByulYi y ella apenas se conocían, pero YongSun ya comenzaba a sentirse atraída por ByulYi. Comenzó a quererla sin imaginarse que sería correspondida y sobre todo, sería madre de un hijo suyo.

Una lágrima resbaló por su mejilla, recordar los días en que su padre aún estaba vivo y ByulYi estaba a su lado, protegiéndola y apoyándola en cada paso del camino era difícil para YongSun enfrentar la realidad de que tanto su padre como ByulYi ya no estaban físicamente presentes en su vida, y la fotografía era un doloroso recordatorio de la pérdida que había sufrido.

Su padre no fue el hombre perfecto, tenía sus defectos, pero él era un gran hombre. A veces, se preguntaba qué hubiese pasado si su padre no hubiese tomado tanto alcohol durante su vida. La mayoría de los recuerdos que tenía de él estaban manchados de la imagen de él bebiendo, no era un alcohólico, tampoco llegó a emborracharse, pero parecía que el alcohol había sido su método de encontrar tranquilidad en la ajetreada vida que tenía como rey.

«Si no hubiese tomado tanto, él seguiría vivo.»

Fue lo que el médico que atendía a su padre le dijo, aquello fue un golpe muy fuerte. Ahora, quién se había convertido en su pilar también se había desvanecido. Después de mucho tiempo, logró entender el egoísmo de ByulYi, sus heridas, sus inseguridades, sus temores...

Se puso en sus zapatos, o más bien, en sus botas militares. ByulYi era una estratega en la guerra, pero no en el amor, recordó que, para ByulYi, ella era la primera mujer en su vida, además de su madre. Ella tenía la herida del abandono de su madre, tenía la herida de haber nacido "diferente", donde el miedo a ser juzgada la invadía y la torturaba día y noche sin descanso.