❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳

˚. ✨ ˚○◦˚ chapter twenty-nine ˚◦○˚ ✨ .˚

[Once y cuarenta y tres de la mañana.]

El pasillo del hospital se sumió en una penumbra silenciosa, solo interrumpida por el suave murmullo de los generales ByulYi y Seokjin, quienes compartían un silencioso lamento. ByulYi, vestida con su uniforme militar, estaba destrozada, su expresión tan seria y fuerte que muchos podían describir perfectamente ahora se disolvía en la vulnerabilidad del dolor quien lloraba en silencio, su rostro marcado por lágrimas que caían como la lluvia en una tormenta incontrolable.

Seokjin se mantenía a su lado, su presencia solidaria mientras observaba a ByulYi llorar en silencio. Aunque su deber militar les había enseñado a enfrentar adversidades con valentía, la tragedia personal de YongSun, la mujer de su vida había desgarrado el tejido mismo de su resistencia.

La reina Kijoo y la reina Yuhjung permanecían a pocos pasos de distancia. Sus figuras regias se veían eclipsadas por la sombra de la incertidumbre que pesaba sobre ellas. Kijoo, con su semblante que solía irradiar autoridad, ahora mostraba la fragilidad de una madre preocupada. Yuhjung, una mujer sabia y experimentada, mantenía la compostura mientras sus ojos revelaban la tristeza que sentía por su familia.

El sonido apagado de un reloj en la pared resonaba como un recordatorio constante del tiempo que pasaba lentamente, como si el mundo entero se hubiera detenido en ese pasillo solitario. La pelinegra se aferró al pañuelo que en una ocasión YongSun le regaló, tenía su nombre grabado.

[MBY]

Miraba con temor las barandillas que estaban alzándose, ya las había escalado en una ocasión, pero ¿podría lograrlo nuevamente? Era de madrugada, nadie estaba a la vista, esta era la primera vez que me reunía con la princesa YongSun a escondidas de todo mundo. Me sentía sumamente nerviosa.

¿Y si me atrapaban? ¿Y si me encarcelaban? O peor, ¿y si me fusilaban?

Encontré unos ojos azules asomarse, me miraban con curiosidad, era ella. Recuerdo perfectamente como ella me llamaba con un gesto con su mano. Entonces tomé valor, comencé a escalar la barandilla, me aferraba con mis dedos a los ladrillos que estaban un poco salidos. Comencé a avanzar, comencé a sonreír por diversión, me imaginé viéndome en tercera persona, seguramente me veía como una loca y enferma escalando la pared hacia el balcón de la princesa YongSun.

Cuando llegué a lo más alto, salté y aterricé con habilidad en el balcón, la tela de las cortinas bailaba a la par del viento, comencé a caminar cual gato en caza, sigilosa y precavida. La habitación estaba llenade oscuridad, siendo únicamente iluminada por la luz tenue de la Luna, sentía unas ganas tremendas de irme corriendo, podía escuchar el latido de mi corazón ante el silencio que se extendía en la habitación.

Observé la cama vacía, el armario cerrado y al girar a mi derecha la observé a ella, YongSun, hermosa y dulce princesa.

Sentada en una silla estaba mirando directamente a los ojos, parecía estar burlándose internamente de mi gracias a la sonrisa que se asomó en su rostro. Mi postura se volvió más relajada y suavicé mi mirada.