˚. ⚜️˚○◦˚ chapter sixteen ˚◦○˚ ⚜️ .˚

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La guerra asolaba el reino de Seúl, y el palacio de la familia Kim seguía de luto, a pesar de esto, tanto la reina consorte como la Guardia Real enfrentaba una resistencia liderada por el valiente General Kim Seokjin. En medio de la lucha, el General Seokjin se encontraba desesperado y ansioso después de dos días sin recibir noticias de su compañera, la General Moon ByulYi.

ByulYi, era una estratega y una mujer líder formidable, pero también una mujer aferrada y terca, Seokjin sabía que ahora tenía la intimidad y la libertad que nunca tuvo, ella no iba a dejarlo ir tan fácilmente, aunque eso culminara en la desaparición de la monarquía por la cual juró ante el rey ser leal y luchar en contra de aquellos que quisieran hacer de la Corona una destrucción irreparable.

Seokjin revisaba mapas y estrategias con una mirada preocupada. La ausencia de noticias de ByulYi lo mantenía en vilo, y el peso de la guerra se reflejaba en su rostro cansado junto a la baja de peso. Seokjin sabía que la situación en Jeju no era solo una retirada estratégica; pero algo más estaba ocurriendo.

Para mala suerte de Seokjin, las noticias llegaron a oídos del Consejo Real, quienes ahora, prácticamente, estaban al mando de la monarquía hasta que la nueva reina llegara a Seúl a tomar lo que le correspondía por ley. Seokjin jamás había tratado con aquel Consejo, claro, conocía perfectamente quienes lo conformaban, era parte de su estudio.

Pero ¿lidiar con ellos? Jamás y eso lo mantenía aún más ansioso.

Seokjin intentaba mantener su porte a pesar de sentirse física y anímicamente mal. El sonido de los tacones de las botas de los guardias y las suyas propias resonaban en las paredes mientras los gritos de furia de los rebeldes se escuchaban de manera hueca. Entre más avanzaban, más oscuro se volvía recordando la arquitectura, similar a la de la Edad Media, cuando los guardias pararon colocándose a ambos costados del pasillo se escuchó el chirrido de las viejas y oxidadas puertas abrirse de par en par.

La sala del consejo parecía causar un cúmulo de sentimientos sumamente extraños en quien entraba a aquel lugar, altas paredes de piedra, rugosas y desgastadas por el tiempo, se alzaban hacia los altos techos y junto a la iluminación amarillenta de las viejas lámparas colgantes le daba un toque macabro, muy al estilo medieval, pero precariamente modernizado.

Seokjin caminó hasta que Lord Hwan se lo indicó mostrando su palma, finalmente se encontraba frente al Consejo Real, seis mujeres y seis hombres que lo escaneaban queriendo conocer que había en el interior de su cuerpo y de su mente, tenían la expresión de molestia.

Claro, no tener a su reina no es algo que de felicidad.

Lord Hwan, el anciano líder del Consejo se destacaba como una figura autoritaria quien se colocó en el estrado elevado como un altar decorado con esculturas de gárgolas retorcidas que tenían rubíes en la zona donde iría la cuenca del ojo.

Tétrico.

—General Kim Seokjin, la ausencia de noticias de la General Moon ByulYi es inaceptable. ¿Qué está ocurriendo en Jeju? —Lord Hwan, con voz grave, inició el interrogatorio.

—Mi Lord. —hizo una reverencia manteniendo la compostura. —La general Moon ha tomado la decisión de aguardar, al menos hasta que la situación en el reino se atenúe para tomar camino de regreso de Jeju junto a su alteza real, la princesa Kim YongSun. Aunque no he recibido noticias directas, confío en que tiene razones estratégicas para ello.

Las miradas del Consejo se tornaron escépticas. Lady Jeon Somi, una noble de aguda inteligencia intervino.

— ¿Estrategias, general Kim? ¿O acaso esconde algo más? La princesa Kim YongSun es la heredera al trono, y su lugar está en el palacio, no en una cabaña en Jeju.

❝Su Majestad❞ ❲moonsun❳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora