Melodía de luna llena (Jinx)

XIX

—Gracias por traerme de vuelta.

—Pasan de la medianoche, ni loco te dejo regresarte solo, además es lo menos que puedo hacer.

—Igual, muchas gracias— sonreí abriendo la puerta —Nos vemos luego y créame que pensaré todo lo ocurrido hoy...

—Gracias, aun así, no pienso presionarte todo a su tiempo y si debo conquistarte así lo haré.

Un sonrojo pintó mis mejillas —Bueno, ya veremos qué pasa.

—¡Dan!

Regresé a mi asiento —¿Sí?

—¿Puedo besarte?

—Ah...— solté unas risitas.

—¿¡De que te ríes!?— frunció el entrecejo.

—Lo siento...— reprimí las risas —Es solo que hace unas semanas estuvo robándome besos a diestra y siniestra, y ahora me pide permiso, me resultó irónico.

—Ah...— un suave carmín tiño su rostro —Bueno, no sabía lo que hacía... Pero sí, es irónico— sonrió.

—Comprenderá el que rechace su petición— bajé la mirada —Que tenga linda noche, fue...bueno verlo de nuevo.

—Buenas noches, Dan... Extrañé verte.

—Yo igual— sonreí bajando finalmente del carro, arrancó en cuanto entré a la casa.

Me desplomé en la silla del comedor, ¿que era todo lo que había pasado?, Jaekyung pudiéndose transformar en un lobo, literalmente confesándome que me quería a su lado y luego esto, mi rostro ardió, pidiéndome permiso para besarme... Sonreí avergonzado.

》♪《

Finalmente acabó el mes, sorprendentemente me había sentido bien en estos días, estaba... Renovado, salí listo para mi rutina de ejercicio había acordado regresar al gimnasio mañana así que disfrutaría al máximo mi último día, aunque sinceramente ya no hallaba que hacer, nunca me había gustado estar siempre en casa así que estaba ansioso por volver al trabajo.

Al regresar me duché y fui al hospital —¡Dan! — me alcanzó Heesung desde su consultorio —Hace mucho que no te veo— sonrió animado.

—Si, he estado viniendo, pero creo que has estado ocupado.

—Un poco, a veces me mandan a otras clínicas y apenas estoy de regreso.

—Me alegro, cada día creces más— sonreí caminando con él a mi lado, nos dirigimos a la habitación de mi abuela.

—Los jefes por fin notan mi presencia— rió.

—No digas eso, por algo eres el jefe de piso, te diste a notar desde antes.

—Puede ser— abrió la puerta de la habitación se detuvo en seco.

—¿Qué pasa? — me asome, estaba Jaekyung sentado junto a mi abuela, mi corazón dio un vuelco.

—¡Dan! — llamó mi abuela —Ven hijo, vino tu amigo a visitarme, ¿no es lindo de su parte?

—Ah, si lo es— sonreí ladino, miré de reojo a Heesung que no dejaba de fulminar a Jaekyung. —¿Que lo trae por aquí? — me acerqué colocándome al otro lado de mi abuela.

—Solo vine a visitar— se alzó de su sitio —Ya que Dan llegó me retiro.

—No, quédese otro rato, háganme compañía, ¿sí? — lo tomó de su mano, ambos nos miramos sorprendidos, suavicé mi mirada y asentí con sutileza.