Melodía de luna llena (Jinx)

XXXIV

Sabía que al ir a la sesión habría una gran seguridad, después de todo Jaekyung era alguien famoso, pero al llegar al sitio la cantidad de guardias era fenomenal, mucho mayor de lo que pude imaginarme, en todo el camino vinimos acompañados de dos camionetas cubriendo la retaguardia y creí que con ellos sería suficiente pero estando dentro habían otros tres grupos de cinco o seis guaruras, cualquiera se sentiría intimidado y no fui la excepción, me pegué más a Jaekyung mientras nos dirigíamos a la tarima, ahí nos esperaba el entrenador, sonreí aliviado, ver una cara conocida era tranquilizador.

Se alzó dándonos paso, Jaekyung se colocó al otro extremo de la mesa y yo a su costado entre él y el entrenador, los reporteros al frente seguían discutiendo entre ellos, tal vez tratando de adivinar el porqué de la reunión. Hicieron una pausa cuando nos vieron entrar, miraron sus relojes aún faltaba para que iniciase la sesión, pero las cámaras ya apuntaban hacia nosotros listos para iniciar la transmisión.

—Tranquilo— murmuro Jae sirviéndome un vaso de agua —Yo también estoy nervioso, pero veras que todo saldrá bien.

—Eso espero... — respondí preocupado dando un sorbo al vaso de agua. Pronto todos comenzaron a tomar asiento donde les correspondía sacando sus libretas y todo. No sabía que estaba tan nervioso hasta que vi su preparación, mis manos sudaron, una constante presión en el pecho me impedía respirar.

—Bueno, siendo ya las once de la mañana doy comienzo a la sesión, buenos días a todos, agradezco su tiempo para asistir a esta reunión— comenzó Jaekyung con serenidad, nadie se perdía ni una palabra de lo que decía.

—Felicidades por su victoria el día de ayer señor Joo— comentó alguien desde atrás, todos sonrieron aplaudiendo en sintonía.

—Ah, muchas gracias— sonrió —Pero no es eso de lo que vine a hablar el día de hoy— ajustó el micrófono a su altura —Como ya lo saben soy alguien directo, así que no me andaré con rodeos— aprete mis ropas bajo la mesa mi corazón latía a mil por hora tanto que dolía mi pecho, todos guardaron silencio —Hoy quiero presentarles a alguien especial para mí, alguien que ha llegado a cambiar mi vida y a quien amo demasiado— todos emitieron sonidos de sorpresa, Jaekyung tomó mi mano y se alzó de su sitio, me pare a su lado con temor, todas las miradas se posaron sobre mi —Él es Kim Dan, mi actual pareja y quien con alegría traerá a mi hijo a este mundo. — todos guardaron silencio y comenzaron a murmurar entre ellos, pronto comenzó la oleada de preguntas, todos pedían tener el turno de hablar y que sus preguntas fueran respondidas. «¿Cuándo se conocieron?, ¿cómo empezó todo?» aunque hubo una pregunta en particular que desató el enojo en Jaekyung «¿Se vio obligado a hacer esto por el bebé que espera?, ¿Él lo obligó?» la mesa cimbró cuando las palmas de Jae se estrellaron contra ella, todo callaron, el ambiente cambio junto con su aura, sus feromonas se tornaron pesadas. —No voy a permitir faltas de respeto hacia mi pareja, este hijo es deseado al igual que esto, Kim Dan es la persona con quien quiero pasar mi vida y me importa un carajo lo que ustedes crean o piensen, pero si se atreven a insultarlo no responderé— sentenció, lumbres danzaban en su mirada —Así que discúlpate, sino quieres perder tu trabajo— ordenó, todos callaron sorprendidos, miraron con expectación al sujeto que había realizado las preguntas, se levantó de su asiento y realizó una reverencia.

—Le ofrezco mis disculpas, señor— volvió a sentarse.

—Basta, Jaekyung, ya se disculpó— tomé su brazo pidiéndole que se sentara, solté mi aroma lo suficiente para envolverlo.

Me miro de soslayo e inspiró con fuerza antes de volver a sentarse, entrelacé nuestras manos y la apoyé en mi regazo —Si quieren que les resolvamos alguna pregunta son libres de expresarse.