Melodía de luna llena (Jinx)

XXXVIII

—Espera... Jaekyung... — jadee apoyándome en su hombro.

—Estás muy estrecho— comentó con lasciva, una sonrisa ladina estaba dibujada en su rostro. Creo que era normal después de un mes de abstinencia, lo sentí sorprendentemente ansioso. Sus feromonas estaban nublado mi juicio pues trataba de persuadirme para lubricarme más. —Relaja tu trasero— eso intentaba hacer, pero tal vez mi subconsciente trataba de proteger a nuestro bebé. —Carajo, esta mierda estorba— se quejó arrancando el cabestrillo

—¡Jaekyung!, no hagas eso puedes lastimarte... — hizo un par de movimientos tratando de relajar su articulación, lo miré temeroso de que pudiera lesionarse.

—Esto esta mucho mejor— sonrió jalandome nuevamente hacia él, me apoyé en el lado contrario de su hombro. Su mano izquierda estaba ligeramente más tibia que la contraria cosa que erizo mi piel.

—Nos pueden ver... — dije en un hilo de voz, mientras sus dígitos acariciaban mi entrada con suavidad.

—Eso lo hace más excitante, ¿no crees?— sonrió besando mi cuello —Además tu cuerpo dice todo lo contrario, tan sólo mira como estás de duro— sujetó mi miembro entre su mano dando un apretón que lejos de dolerme o molestarme generó un cosquilleo en mi estómago dirigiéndose y ascendiendo por mi columna. —Solo relájate y déjate llevar— el tono en que susurró aquello me causó un repelus, mi cuerpo dejó de responder y cedi ante la tentación. Su aroma junto con sus caricias me enloquecían, separó mis glúteos mientras su dureza se deslizaba entre ellos cada que rozaba mi entrada me crispaba ante la idea de que ingresaría en cualquier momento.

—¡Ah...! — dos de sus dedos finalmente se abrieron paso, arquee mi espalda hacia atrás un escozor azotó mi espalda baja, cubrí mi boca reteniendo mi voz, soltó unas risillas apartando mi mano para después tirar de mi rostro uniendo nuestros labios, comenzó a embestirme y busqué separarme para liberar mi voz.

—Shh— murmuro profundizando el beso la vibración de mis gemidos siendo reprimidos hacían de aquel beso algo ruidoso, sus falanges se enredaron en mi cabello dando suaves tirones, un par de lágrimas recorrieron mis mejillas, clave mis uñas en su piel, con desesperación tratando de desquitar el aliento que me robaba. El aire siseo entre mis dientes cuando aprisiono mi labio inferior sacando a la par sus dedos aproveché para retomar el aire —¿Estas bien?— aquella pregunta me descoloco regresandome un poco de mi juicio, entre jadeos asentí con torpeza —Bien— tiro de mi cabello hacia atrás lamiendo la saliva que había desbordado, la punta de su dureza chocó contra mi entrada, jadee ante el cosquilleo. —Metelo.

—¿Que...? — baje la mirada con confusión.

—Tengo una lesión, ¿podrias meterlo tú? — mis mejillas ardieron con fuerza, era perfectamente apto para hacerlo y sin embargo me lo pedía para molestarme, tragué en seco mirando sobre mi hombro, su dureza estaba ansiosa por entrar y yo no podía negar que mi interior también lo anhelaba. Fruncí el entrecejo buscando valor hasta que finalmente me moví, alcé mi cadera sobre su miembro y comencé a descender con cuidado, con mi diestra guíe la punta, él miraba con fijeza cada acción que hacía, acariciaba mis muslos con una sonrisa satisfecha y aprobatoria.
Mordí mi labio cuando la punta comenzó a abrirse paso, enterré mi falanges en su muslo mientras baja poco a poco, mi interior se ciño con delicia a su longitud, tan familiarizado, encajabamos a la perfección. Sus manos comenzaron a acariciar mi abdomen por debajo de la playera que aún tenía, su tacto suave como la seda delineaba con gentileza cada curva de mi cuerpo. —Lo haces bien cariño— comentó con su respiración agitada, sus expresiones me cautivaban, era tan guapo.

—Jaekyung... — llame con el rostro empapado por las lágrimas —Ya no puedo... — me miró con el ceño levemente arrugado entornó los ojos y luego sonrió.