Melodía de luna llena (Jinx)

XVIII

—¿Está muy lejos?

—Ya casi llegamos, tranquilo— no podía estarlo, llevábamos ya más de quince minutos manejando y no veía señal de que llegaríamos pronto, vislumbre el bosque a lo lejos.

—¿V-vamos al bosque?

—Si, pero tranquilo, te doy mi palabra de que no es nada malo, bueno, a mi parecer...

¿¡Como que a su parecer!? Las manos comenzaron a sudarme por los nervios —Jaekyung... ¿No podemos hacerlo mañana?

—No, tiene que ser hoy.

Miré por la ventana como nos adentrábamos al denso bosque, la luz de la luna proyectaba sombras espeluznantes, los sonidos de los animales nocturnos no apoyaban para nada, ojalá llegáramos pronto.

—Iremos a pie a partir de aquí.

—Pero su coche.

—Nadie viene a esta hora al bosque. — Exactamente nadie venía y por ello tampoco debíamos estar aquí, apagó el coche y me ayudó a bajar —Ten cuidado donde pisas.

—Es difícil con lo oscuro que está— cerré con cuidado.

—No exageres, solo no me sueltes, conozco el camino como la palma de mi mano.

Y así lo hice me aferre a su mano tanto que mis nudillos estaban blanquecinos, ni loco quería perderme en este inmenso bosque, no sobreviviría la primera noche, me sujete a su brazo cuando el sonido de los arbustos me asustó —¿Q-que fue eso...?

—Dan, tardaremos más aquí si te asustas por cualquier sonido, démonos prisa, ¿sí?

—Pero...— miré hacia la oscuridad del bosque, las sombras de las copas de los árboles jugaban con la mente.

—No dejaré que te pase nada, ¿sí? Confía en mi— me atrajo besando mi sien, el calor subió por mi rostro era novedoso recibir ese tipo de atenciones de su parte. —¿Seguimos?

—S-sí, claro... — seguí sus pasos con calma aún tenía la sensación de cosquilleo en el estómago. Pisamos una infinidad de hojas y ramitas secas, asustando a los animales que merodeaban cerca, no sé si sé asustaban más ellos o yo, finalmente pisé pasto, el camino de tierra había acabado, era una llanura pequeña pero espaciosa, había florecillas que resaltaban con la luz de la luna —Que lindo...— exclamé soltándome finalmente de su agarre.

—Lo es— sonrió siguiéndome desde atrás —Es mi lugar preferido, desde aquí puede verse con libertad la luna y las estrellas que la acompañan.

Sonreí enternecido —No sabía que tuviera ese tipo de gustos... Bueno me refiero a que disfrute de una vista así.

—Hay que apreciar todo, a veces la naturaleza te ofrece escenarios muy bellos.

—En eso tiene razón— sonreí tomando asiento sobre el pasto, estaba frío, me abracé —Me hubiese dicho que vendríamos al bosque, hubiera traído una sudadera más gruesa.

Se acercó con una media sonrisa, se retiró la chamarra y la colocó sobre mis hombros —¿Mejor?

Sorprendido asentí con una sonrisa cerré los extremos de la prenda y los sujeté sobre mi pecho. —¿Era esto lo que quería mostrarme?

—No, aun hay más— se agachó acariciando mis mejillas —Necesito que cierres los ojos por un momento.

—Mm... Está bien— llevé mis manos a cubrir mi vista, temeroso de que fuese a hacer algo innecesario.

Percibí que se alejaba el pasto crujía con casa pisada que daba —No los abras pase lo que pase, ¿bien?

Asentí en silencio, comenzaba a ponerme ansioso. Entonces oi lo que me pareció el crujir de unas ramas, pero más grandes, los crujidos eran más fuertes y graves, se me erizo la piel era como si tronaran los propios huesos —¿J-Jaekyung?