EXTRA III

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Me di cuenta tiempo después de que había quedado en cinta nuevamente cuando soñé un escenario casi igual a cuando concebimos a Seung-ah, solo que esta vez fue en el mar, creí que sería una pesadilla como las que tenía antes, pero cuando una luminosa medusa se dirigió a mis brazos supe de inmediato de lo que se trataba.
Estaba feliz sí, pero asustado, apenas nos dábamos a basto con ella como para poder criar a otro bebé, aunque Seung-ah estaba en una edad apta para poder criarse junto a su hermano o hermana, pero seguía teniendo miedo, sería demasiada responsabilidad para ambos y temía no ser lo suficiente para criarlos como era debido.

Aún así fui con Lee para confirmarlo, aunque la sensación en mi vientre era más que suficiente, mi cuerpo era consciente de que estábamos en cinta.

—¡Dan!— parpadee regresando a la realidad, hoy tenía que recoger los resultados —Ya se te enfrió la comida.

—Ah, lo siento— tomé el plato y lo llevé al microondas presioné el botón y observé girar el plato sobre su eje sin gracia alguna.

—Has tenido poco apetito, ¿estás bien?— sus manos viajaron desde mis glúteos hasta mi cintura abrazándome con gentileza, enterró su rostro entre la curvatura de mi cuello.

—Sí, nada de que preocuparse— sonreí acariciando sus brazos con suavidad.

—¿Seguro?— me giró quedando frente a frente —No quiero que enfermes.

—Estoy bien, en serio— respondí entre risitas, subiendo mis manos hasta sus mejillas acaricié su piel cálida y suave al tacto, peiné uno de sus mechones hacia atrás y unimos nuestros labios rozándolos con melosidad, nos mecimos con un ritmo lento hasta que la alarma del microondas nos interrumpió. Me giré para sacar el plato y él se ofreció a llevarlo por mi, agradecí con una sonrisa y lo seguí desde atrás, Seung-ah estaba en medio de la sala rodeada de todos sus juguetes divertida los lanzaba en todas direcciones. —Iré a ver a mi abuela.

—¿Quieres que te pase a dejar? Iré con mi representante a ver una revista.

—Claro, gracias, ¿ya has trabajado antes con esa revista?

—Hace un tiempo, tomaron distancia cuando anuncié nuestra relación, pero parece que quieren retomar el contrato.

—Después de casi dos años— reí por lo bajo —Pero al menos no cortaron lazos por completo.

—Sí, a final de cuentas no me pudieron reemplazar.

—Eres irremplazable— sonreí llevándome un bocado de pechuga. Imitó mi sonrisa plantando un beso en mi mejilla.

—Te amo— besó mi frente.

—Yo también— reí enternecido ante su acción se fue en dirección a Seung-ah, sentándose a su lado y jugando con ella, era lindo ver esas escenas, me sentía tan agradecido de tenerlos a ambos y saber que pronto volvería a crecer la familia.

—Me llamas para pasar a recogerte.

—Sí, aunque mi abuela querrá verte.

—Bueno, entonces cuando acabe con la cita vengo para acá.

—Me parece bien— planté un beso en sus labios —Seung-ah, despídete de papá— extendió sus brazos hacia él regalando un beso en su mejilla —Con cuidado— dije al salir del coche.

Arrancó en cuanto entré al hospital y fui directo a la habitación de mi abuela.

—Hola— me asomé por la puerta.

—¡Hijo!— una resplandeciente sonrisa adornó sus labios.

—¿Cómo has estado abuela?

—Bien hijo, ¿y ustedes? Seung-ah está creciendo tan rápido.

Melodía de luna llena (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora