XXXII

7.8K 720 54
                                    

Terminamos de contarle todo a mi abuela, bueno la gran parte, creo que jamás podría revelarle el cómo se dio todo entre Jaekyung y yo, la relación que tuvimos en un inicio y por qué acepte todo.

Se quedó pensativa y mirando con fijeza aJae, aferre su mano con fuerza, ¿y si lo rechazaba?, ¿qué haría después?

—Dan, como te dije hace un tiempo, ya eres un adulto y yo no soy nadie para reprocharte tus decisiones, ambos sabemos por todo lo que pasaste y si aun así decidiste darte esta oportunidad e incluso ya formar tu familia yo no puedo hacer nada más que alegrarme por ti— sonrió dulcemente —Eres mi niño y si esta es tu felicidad yo me doy por bien servida.

—Abuela— murmure conmovido —Gracias...

—En cuanto a usted joven— inspiró buscando tal vez valentía en sus palabras —No lo conozco a fondo, hemos conversado un par de veces y ha sido de mi agrado, pero todo por lo que hizo pasar a mi nieto... — negó con suavidad —Espero sepa cómo enmendar ese daño.

—Lo sé y tenga por seguro que así lo haré, le mostraré a Dan día a día mi gratitud por darme esta oportunidad y me encargaré de que jamás se arrepienta.

—Bien, entonces puedo estar en paz, tengo la corazonada de que Dan está en buenas manos y también mi futuro bisnieto— un suave rubor pintó mi rostro, todo había salido de maravilla —Espero vivir lo suficiente para conocerlo.

—¡Abuela! — regañé. Soltó un par de risillas descansando sobre su almohada.

—Vivirá lo suficiente, incluso para conocer al segundo, señora.

—¡Jaekyung!— exclame avergonzado, oculte mi rostro entre mis manos, las mejillas de mi abuela también se encendieron, rió escandalosamente echándose aire con su mano.

—Joven, que cosas dice— comentó apenas retomando el aire.

—Por favor, dígame Jaekyung— se sentó en la orilla de su cama sosteniendo su mano.

—Ah... Entonces también puedes llamarme abuela— sonrió gentilmente, estrechando su mano.

—Está bien, abuela— era imperceptible, pero había un rubor en sus mejillas y cierto tono tímido en su voz.

—Ven, con cuidado.

—Tranquilo, si puedo caminar con normalidad— sonreí dirigiéndome a la cama.

—¿Y si llegas a tropezar?, ¿y si das un paso en falso?, no creo que quieras regresar al hospital.

Guarde silencio, tenía razón, pero aun así ser tan cuidadoso no me sentaba bien, me acosté en cuanto Jae terminó de hacer cómoda la cama, un montón de almohadas y su aroma impregnado en ellas, fue como recibir una dosis de placebos, agarré una de ellas y la abracé, olfatee el aroma con más intensidad.

—Iré a tu casa por tus cosas, mañana agendo cita para cancelar el contrato, ¿necesitas algo que deba traer con urgencia?

Pensé unos instantes, pero nada vino a mi mente —No, solo ropa, por favor.

—Bien, no tardo— sonrió inclinándose sobre mi para despedirse, rodee su cuello con fuerza, me había acostumbrado tanto a tenerlo a mi lado que ahora me costaba dejarlo ir. Sus grandes manos acariciaron con melosidad mi espalda.

—No tardes— murmuré enterrando mi rostro en su cuello, donde aquel aroma residía con intensidad.

—No lo haré, tranquilo— susurró en mi oído y luego formó un caminito de besos que recorrió hasta mis labios, un par de besos para finalizar y se apartó, todavía me aferre a sus ropas unos instantes antes de dejarlo ir por fin. Escuche el pasador y solté un suspiro desanimado tomé el resto de las almohadas y me abrace a ellas, su aroma bastaba para relajarme, lo suficiente que ni siquiera me percaté cuando caí dormido.

Melodía de luna llena (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora