XXVIII

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Corté la discusión pidiéndole que fuera a dejarme a casa, accedió a regañadientes, parecía que quería seguir discutiendo.

—Gracias por traerme...— comenté al ya estar frente a mi puerta.

—No es nada— se quitó el cinturón y me ayudó con el mío, salió del coche rodeándolo para poder abrirme la puerta, había pillado esos gestos no sé desde cuándo, pero me resultaban lindos, tomé su mano y me acompaño a la puerta.

—Que tengas una linda noche, Jaekyung.

—Igual tú, Dan, llámame si necesitas algo.

—Lo haré— respondí risueño dispuesto a entrar a la casa un tirón me detuvo, extrañado giré para encararlo.

—Ah, lo siento, me preguntaba si querías ir a cenar algo...

—Mm... Si no es a la mesa del rincón estaré encantado— sonreí.

Me miro perplejo y después rió —Claro, prometo no decepcionarte.

Aunque parte de mi comentario era broma me alegraba de haberlo hecho —Entonces, entro por un suéter y regreso.

—Aquí te espero.

Y tal como lo prometió el sitio era hermoso estábamos cerca de un balcón con una vista exquisita, las luces de la ciudad jugaban a contraste con la oscuridad de la noche y el gélido ambiente daba un toque.

—¿De verdad no te importa que alguien pueda reconocerte?

—Soy alguien famoso, pero aun así no es como si cualquiera pueda reconocerme al instante.

—Y de igual manera sigues vistiéndote lo más sutil posible— observe señalando su sudadera era bastante holgada y de no ser por los modales traería la gorra de hace unos momentos.

—Bueno, obviamente tampoco voy a vestir extravagante.

—Pues te encanta llamar la atención.

Enarco una ceja —En eso tienes razón, pero si de llamar la atención se trata recuerdo que alguien quiso tener sexo en mi auto a plena luz del día y en una avenida muy transitada— se encargó se hacer énfasis en ese «muy transitada» ni el viento más helado pudo bajar el calor que ascendió por mi rostro, quise que la tierra me tragara.

—E-eso no tiene nada que ver... Aparte todo fue culpa de mi celo... — aprete el vaso de agua que tenía entre manos, si pudiera transmitirle el calor que prendía mis mejillas ya estaría hirviendo.

—Claro claro— sonrió divertido —Aunque no me importaría repetirlo, aquella faceta tan atrevida debo admitir que fue excitante.

—¡Jaekyung!— golpee mis palmas sobre la mesa el escozor pico mi piel, ¿no conocía la vergüenza?

—Tranquilo, no lo haré a menos que tú me lo pidas— rozó sus dedos sobre el dorso de mis manos, traté de recuperarme. Eso no ocurriría hasta que volviéramos a estar juntos. O al menos eso creí...

》♪《

—Jaekyung...— estábamos estacionados frente a mi casa y él estaba encima mío mordisqueando mi cuello —Basta— jadee enredando mis dedos entre su cabello.

—Me enloquece tu aroma... — su nariz estaba fría y me producía cosquillas cada que se frotaba contra mi piel.

—Solo se ha vuelto más dulce...— me costaba forcejear pues reclino el asiento hacia atrás y agregando su peso era imposible poder moverme.

—Precisamente aquello es lo que me gusta— se apartó, sentí el frescor entre nosotros sus ojos teñidos de dorado relucían como la misma joya. Era como tener el mineral al frente, pero denotaba el deseo en ella. —No puedes dejarme así— se presionó contra mí, algo duro chocó contra mi muslo, reprimí el jadeo que había ascendido a toda velocidad, mis mejillas ardieron. Claro que podía dejarlo así, de reojo divise la entrada de mi casa, imitó mi acción y sonrió —Podemos ir a tu casa si quieres.

Melodía de luna llena (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora