Melodía de luna llena (Jinx)

XXXVII

Hoy repentinamente Jaekyung me comentó que había solicitado una sesión para hablar sobre lo ocurrido, al parecer ya se había enterado de todo lo que se publicaba en las revistas sobre nosotros, así que con ayuda de los chicos estuvimos organizando todo, el hospital nos prestó su sala de conferencias así que solo ordenamos las sillas para recibir a los reporteros.

—¿De que irá a hablar Jaekyung?— preguntó Daehyun con intriga.

—No me comentó nada, apenas me vengo enterando— respondí con una suave sonrisa, tratando de calmar sus nervios.

—Vaya... Se le veía algo molesto.

—Un poco— reconocí, ni siquiera había probado bocado y su entrecejo se mantuvo arrugado todo el rato en que estuvo hablando con las empresas.

—¿Como va todo? — ambos nos crispamos cuando oímos la voz de Jaekyung, portaba un cabestrillo, en estos días había mostrado una mejoría considerable, teníamos la esperanza de que sí volvería a luchar, aunque aún faltaba tiempo para definirlo.

—Ya acabamos— anuncié yendo a saludarlo, correspondió el beso con gusto, acarició el vientre apenas abultado con una sonrisa.

—Tenemos que comprarte ropa, pronto esta te comenzará a ajustar.

—Lo sé— sonreí sobreponiendo mi mano en la suya, ya catorce semanas, se me estaba yendo el tiempo demasiado rápido.

—Toma— me entregó un pequeño sobre no más grande que mi palma.

—¿Qué es? — pregunté con confusión.

—Le pedí al entrenador que solicitara una tarjeta, quise que fuera una black card como la mía, pero aún no tienes un historial crediticio para que te la den— respondió con frustración, terminé de abrir el sobre, era una tarjeta de su mismo banco pero era plateada.

—Yo... No puedo aceptar esto— volví a meter la tarjeta en su sobre, era demasiada responsabilidad poseer una tarjeta.

—Si puedes, eres mi pareja y es lo mínimo que debes de tener- volvió a extender el sobre.

—Jaekyung de verdad no es necesario, yo me siento bien pagando mis cosas.

—Pero eso se acabó, ahora estás conmigo y quiero que lo tengas todo, no quiero que te falte nada, ni a ti ni al bebé.

—Pero... — tome la tarjeta, en el pasado jamás me habría imaginado tener una de estas en mis manos —De acuerdo, pero procuraré no usarla.

—Nada de eso, tienes que usarla para que después seas apto de tener la black card.

—No quiero tal cosa— sonreí nervioso _Con esta es suficiente Jaekyung— lo abracé procurando no lastimar su hombro —Gracias.

—Todo lo mío es tuyo, no lo olvides— plantó un beso en mi coronilla, me costaría mucho acostumbrarme a su estilo de vida.

—Los reporteros ya están aquí— entró anunciando Changmin.

—Gracias— respondimos y subimos a la tarima, los chicos ocuparon la primera línea de asientos, a los segundos empezaron a entrar los invitados, cuchicheando apenas nos vieron. Jaekyung resoplo con molestia. Todos tomaron asiento deseosos por oír lo que se les estaba por revelar.

—Buenos días— comenzó Jaekyung —Esto será breve, como sabrán sufrí un atentado apenas y revele mi relación con Dan, cosa que a ustedes los llevó a crearse ideas bastantes curiosas— empujó una pila de revistas donde sus portadas nos tenían tanto a Jaekyung y a mí, como a Heesung. Todos se removieron inquietos en sus asientos, no era para menos, su semblante había decaído junto con la calidez del ambiente, su mirada se volvió filosa —¿Alguien gusta recordarme que dije sobre lo que iba a pasar si ofendían a mi pareja? — una chica desde atrás alzó la mano con timidez, le cedió la palabra.