Melodía de luna llena (Jinx)

XXVII

Después de la visita de Heesung al día siguiente llegó Jaekyung, acordamos en seguir viéndonos como de costumbre, excluyendo los sentimientos, por supuesto, aunque nos resultó imposible, miradas y gestos nos delataban y por momentos olvidaba que habíamos terminado.

—Dan, te traje esto— entregó una cajita, con este era el tercer regalo que traía Heesung, sin contar los de Jaekyung, parecía que hasta se habían puesto de acuerdo.

—Te dije que con los que habías traído era suficiente— comenté con una suave sonrisa, esta vez era un conjunto azul con blanco y un leoncito en el pecho, era tan mono.

—¿Te gusta?, aún no sabemos qué vaya a ser, pero hay que tenerle ropa de varios colores, ¿no crees?

Asentí guardando la ropa en su cajita —No es necesario de verdad, pero te lo agradezco mucho. — No sé cómo reaccionaría Jaekyung si se enterara que Heesung nos ha dado tantas cositas para nuestro bebé, casi pude imaginármelo armar una escena, reí solo de pensarlo.

—Dan, me gustaría hablar contigo...

—¿Puede ser después? Es que voy tarde al gimnasio— sonreí avergonzado.

—Ah... Claro, no hay problema— me devolvió la sonrisa —¿Te llevo?

Miré el reloj, aunque no quisiera tendría que aceptar —Por favor.

—Bien, vámonos entonces— cargó mi bolsa y salimos de la casa, siendo siempre tan caballeroso me abrió la puerta del auto al ya estar dentro cerró con cuidado —Mañana tienes cita con el obstetra, ¿cierto?

—Si, en la tarde.

—¿Quieres que vaya contigo?

—De hecho, irá Jaekyung... — juguetee nervioso con el cierre de la bolsa.

—Ah, entiendo, no hay problema, ya iré en la siguiente cita.

—Además tienes trabajo, no quiero que vayas a descuidarlo por estarme acompañando.

—Eso no importa— sonrió encogiéndose de hombros.

—Heesung...— aseveré.

—Comprendo, comprendo, no te preocupes por mi trabajo, ya sabré organizarme.

Lo mire de reojo y luego reímos —Bien, sino yo mismo iré a dejarte a tu consultorio.

—Eso sería un honor para mí.

—Basta... — sonreí con timidez.

—Que tengas un lindo día, Dan, cualquier cosa sabes que puedes llamarme— regaló un beso en el dorso de mi mano, un escalofrío sacudió mi cuerpo.

—Gracias— retiré con cuidado mi mano —También ten un bonito día— comenté saliendo del coche «Gracias» logré escuchar antes de ingresar al gimnasio. Ya estaban los chicos esperándome, lucían preocupados y algo inquietos —¿Ocurrió algo? — la inquietud también me invadió.

—¿Paso algo entre Jaekyung y usted...? Han estado tan distantes.

—Ah...— exclame desviando la mirada, tarde o temprano lo notarían —Nada que pueda afectar nuestro rendimiento... No se preocupen, tanto Jaekyung como yo seguiremos apoyándolos y dando lo mejor de nosotros.

—¿Ven? Les dije que habían terminado— respondió Changmin cruzado de brazos, sonreí con debilidad dándole la razón.

—¿Qué fue lo que pasó, Doc.?, ¿Jaekyung le hizo algo?

Había hecho mucho sinceramente —Tranquilos, solo les pido de favor que no interfieran en esto... Es algo que él y yo tenemos que resolver.

—Si necesita ayuda no dude en decirnos— sonreí con más ánimo, como si pudieran hacer mucho ante un alfa dominante.