Melodía de luna llena (Jinx)

XXXI

—Jaekyung, de verdad puedo comer yo mismo— dije entre risas mientras trataba de quitarle la cuchara.

—El obstetra dijo que reposo absoluto— recogió un poco de la sopa —Así que abre— indicó con un ademán.

Fruncí los labios inconforme —No es justo— refunfuñé siguiendo su orden, cuando me dio la cucharada de sopa finalizó con un beso en mis comisuras, sonreímos en complicidad, no creí que Jaekyung fuese capaz de ser tan atento como lo estaba siendo. —¿Irás al gimnasio? — juguetee con la servilleta.

—No, entrenare en casa ahora que te den de alta, el entrenador entendió a la perfección que ahora debo estar contigo.

—Respecto a eso...

—Te quedarás en el Pent-house, no se discute.

—Ah, pero tengo todas mis cosas en mi casa.

—De eso no te preocupes, iré a recogerlo todo y cancelaré tu contrato de renta— se percató de mi sorpresa —No puedes estar pagando algo que ni siquiera ocupas y además ahora que anuncie nuestra relación quiero que ya vivamos juntos, no quiero separarme de ti ni un segundo.

Sonreí ante la idea —Esta bien, yo encantado de poder estar todo el tiempo juntos, nos hará bien a los tres.

—Exacto— quito la tablita donde estaba la comida y se recostó sobre mi regazo —Ya quiero conocerlo o conocerla— su índice acarició con suavidad mi vientre, peine algunos de sus mechones rebeldes con gentileza.

—Yo igual... Pero todavía nos faltan siete meses— suspire —Hay que disfrutar el proceso y los últimos meses que nos quedan de paz— reímos.

—Ya sé— enterró su rostro en las sábanas, pasó sus brazos detrás de mi espalda y recargo su cabeza contra mi vientre —Espero que cuando nazca nos deje hacerle a su hermanito.

—¡Jaekyung!— aseste un golpe en su hombro, el calor cubrió mi rostro —Todavía no nace y ya estás pensando en eso.

—Yo quiero tener más— frunció el ceño en una expresión semejante a un puchero.

—P-por supuesto, pero debemos esperar...

—Sea niño o niña quiero inculcarle el arte del deporte.

—Hará lo que más le guste, si el deporte no es lo suyo no lo será... — me miro de reojo —Aunque sabiendo que su padre es el campeón de MMA tal vez y le agrade más— completé.

—Espero, sería una lástima si no le gusta...

—Puedes irlo familiarizando en cuanto nazca, enseñarle tus guantes, bueno también lo llevaré cuando entrenes— sonrió complacido.

—Me encanta la idea— se incorporó quedando a mi altura acarició mi mejilla y plantó un beso en mis labios, después otro y varios más por mi rostro, reí feliz ante los mimos. Nos vimos interrumpidos cuando golpearon la puerta, Jaekyung se hizo a un lado y miramos quien era.

—¡Doc.! — entraron los chicos del gimnasio detrás de ellos venía el entrenador acompañado de Yosep.

—¡Chicos! — respondí con el mismo ánimo, todos rodearon la cama con miradas alegres.

—Jaekyung no nos dejó venir hasta apenas, se ha vuelto quisquilloso cuando se trata de usted— dijo Changmin ocultándose detrás de Daehyun cuando percibió la mirada asesina que iba hacia su persona.

—¡Además, ya nos enteramos de que serán padres! — exclamó Yoon Gu con emoción, todos asintieron con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Por qué no nos contaron? — espetó Daehyun.