Capítulo 17 - La otra versión - Rian

85 17 1
                                    

Y me di cuenta de que siempre he pensado en ti,

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y me di cuenta de que siempre he pensado en ti,

pero nunca contigo.

Te Estás Olvidando De Mí - Beret


Ya había pasado una semana más, pero aquella en concreto se me había hecho mucho más larga que de costumbre. No ir a los entrenamientos me dejaba con una sensación extraña en el cuerpo. Era como si me faltase algo.

    Cuando llegué a la cafetería después de que terminaran las clases, allí estaba él con su amigo. Siempre con su amigo. ¿Por qué siempre estaba rodeado de gente? Últimamente me era imposible ir a algún sitio sin que acabásemos encontrándonos. Estaba haciendo el tonto, como era habitual, con un vaso lleno de alguna bebida. Se estaba riendo de algo ¿por qué siempre se estaba riendo? No parecía que fuera la misma persona cuando estaba con sus amigos que cuando venía conmigo a los entrenamientos. Y eso me molestaba muchísimo. No entendía por qué, pero odiaba aquel sentimiento.

    Estaba gesticulando mucho, parecía que estaban hablando de algo divertido. Después, dejó la bebida sobre la mesa, se remangó la camisa con las manos y su sonrisa se borró de golpe. Puse los ojos en blanco ante sus preparaciones.

    Supe lo que iba a pasar antes de verlo. Sus ojos, de color ámbar, empezaron a brillar. El ambiente cambió de repente. El aire se hizo más denso. La magia fluía sin control por la sala, electrizando todo. Su poder era tan grande que lo noté en cada poro de mi piel. Estaba seguro de que podía causar un huracán sólo con proponérselo. 

    Yo estaba paralizado ante aquella demostración de poder. Miré a mi alrededor, pero nadie parecía ser consciente de lo que estaba pasando, todos estaban demasiado perdidos en sus pensamientos. ¿Cómo era posible que nadie lo notara? ¿Cómo era posible que alguien con un poder tan excepcional llevara quince años desaprovechándolo? ¿Cómo era posible que existiera alguien tan increíble como él?

    El vaso empezó a levitar, encima de su cabeza, y Aiden sonreía. ¿Alguien puede hacer algo para borrarle esa sonrisa de la cara? ¿Era mucho pedir? Sentí la rabia crecer dentro de mí hasta hacerse casi insoportable. ¿Cómo podía tener tanto poder? ¿Cómo era capaz de pasar tan desapercibido con toda esa energía? Un gesto de desagrado crispó mi cara en el momento en el que nuestras miradas se cruzaron. Me había pillado admirándolo de nuevo. Vi cómo la sorpresa le cambió el gesto de la cara. Su sonrisa se esfumó. En ese momento, toda la energía que fluía como hilos infinitos por toda la habitación, desapareció de golpe. 

    Mis dedos se cerraron involuntariamente cuando vi el vaso oscilar encima de su cabeza. Sentí el impulso de controlar ese vaso, de evitar lo que estaba a punto de suceder, pero no hice nada. Y me odié por ello. Aunque me odié más por haber querido impedirlo.

Victoria ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora