Capítulo 7

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—Capturada—dijo Yari con sus guerreros reunidos—¿hay rastros que nos digan a donde la llevaron?
—los hay, pero necesitamos más para traerla de regreso, podría estar herida—dijo Floki.
—no, no había ningún rastro de sangre seca pero sí qué era muy reciente. Podría no estar herida pero podrían torturarla—añadió Kratos apretando sus puños—debemos encontrarla y rápido.

—les daré un grupo grande para que la traigan de regreso y espero que a salvo—sentenció Yari—quince irán el resto se queda por si ella regresa por cuenta propia, Faye es fuerte y ruda no será sencillo derribarla—Kratos tenía esperanza de eso.

Como si fueran fantasmas cubiertos por largas capas el grupo de cacería fue siguiendo el rastro a caballo ya que deseaban llegar a ella lo más rápido posible, las huellas en el lodo los llevó hasta un viejo templo cerca del lado este de Midgard donde había una estatua de Odín—aquí nos conducen las huellas qué vimos en la batalla—comentó Floki—¿cómo hacemos esto?

—Faye debe estar dentro del edificio…eso es seguro, hay más guardias de ese lado.
—Pero sigue siendo de día, Kratos, si entramos podrían ejecutarla—comentó Harald—sería mejor atacar de noche.
El número de enemigos era mucho más pequeño pues en la matanza ya habían acabado con doscientos, quizá quedaban alrededor de treinta en el campamento—miren en aquella jaula—señaló Leif—hay…ocho hombres.

—Los líderes desaparecidos, ubico al Jarl Einar y Ragnar…—susurró Harald—Faye no está con ellos.
—estos hombres la buscan para matarla ¿pero para qué? ¿Qué buscan sacarle antes?—preguntó Leif.

—no importa, los sacaremos de ahí lo antes posible—sentenció Kratos, esperaron a la noche para poder atacar pero notaron como algunos guerreros salían del templo algo golpeados, a Kratos no le interesaba demasiado hasta qué en un parpadeo todos se habían metido rápidamente al templo dejando a los líderes a su alcance.
—podemos ir ahora—dijo Harald.
—alto, nadie se mueva, algo extraño pasa aquí…apenas treinta hombres, doscientos en el ataque y todos entraron al templo algo anda mal.

Desde adentro del templo se escuchó un gran estruendo de cosas siendo arrojadas entre sillas o quizá mesas muy pesadas, luego pasaron a los gritos desgarradores de una gran pelea, los enemigos gritaban de terror y se escuchó cortes…sangre o quizá vísceras caer al suelo con tanta violencia qué solamente podían imaginar a un oso atacando ahí dentro pero entre el temor de escuchar gritos tenían miedo qué alguno fuera de una mujer y para su desgracia así fue.
El grito de Faye retumbó en el pecho de todos—Faye—dijo Kratos que sin pensarlo mucho se lanzó corriendo al templo para buscarla—maten a todos los qué vean si son enemigos—ordenó ya molesto y se quitó la capa qué lo mantenía más discreto.

Pero llegando al patio principal…todos se quedaron caminando con cautela observando cualquier movimiento y en efecto no había nadie ya fuera del templo, los treinta hombres estaban dentro dónde los gritos desgarradores se habían detenido por completo.
La puerta de madera se abrió lentamente y todos alzaron la guardia de inmediato, la sorpresa de todos fue ver como un hombre salió a rastras de ahí con severos cortes en sus brazos y abdomen, estaba perdiendo mucha sangre a nada de morir…pero se veía aterrado—¡huyan! ¡HUYAN, VIENE POR NOSOTROS!—gritaba como desquiciado—¡ES UN MONSTRUO SIN ALMA!—escupió sangre y alcanzó a arrastrarse hasta los pies de Kratos, él se iba agachar y no le importaba tener que torturarlo también con tal de saber sobre Faye pero un hacha pequeña se incrustó por detrás de su cabeza con una fuerza equivalente para partirla en dos.

—maldita sea—susurró Leif—¿qué carajos pasa aquí?

Se escucharon pasos de dentro del templo que se acercaban a la puerta, Kratos pudo deducir que estaba tambaleando y cuando salió a la luz de las antorchas que iluminaban el patio se quedaron estupefactos, era Faye totalmente cubierta de sangre con una espada en mano en ella se apoyaba y cuándo los vio en lugar de sentir alivio…de suavizar su mirada frunció el ceño con aún más rabia.
De fondo por detrás de ella se veía la escena de la maldita masacre qué ella había hecho—¡Faye!—exclamó Harald queriendo llegar a ella y por su lado salía un segundo hombre arrastrándose por su vida, ella bajó su mirada hacia él y le clavó la espada en la nuca con bastante fuerza de por medio.

Cortos God of War.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora