Cortos God of War.

Capítulo 2

Atreus iba observando la ciudad ya por dentro, le habían permitido la entrada, eso ya era raro porque de su padre tenía entendido qué no eran tan amables con los de fuera y de hecho eran expulsados de inmediato, algo debió suceder para ese cambio en la postura de ese pueblo guerrero. Era distinto de la imagen mental que su padre le hizo en sus historias.

—¿me pueden decir al menos cómo se llaman?—preguntó de nuevo pero fue ignorado, Atreus era guiado y el centro de atención por todos lados por su ropa. Por su piel con pecas y sus ojos azules brillantes, su cabello pelirrojo también llamaba la atención. El joven terminó dentro de un círculo de soldados apuntando con sus lanzas hacia él—bien, esto no es nuevo para mí…

—un bárbaro ¿qué quieres en Esparta?—ya esos hombres eran soldados mucho más altos, todos adultos con petos dorados y escudos inmensos con el símbolo de Esparta pintado en rojo sobre ellos.
—información, soy un viajero y…-
—depende de lo qué digas depende tu lengua—mencionó el soldado, Atreus no se intimidó pues su padre era mil veces más rudo.
—decía, vine de viaje por información, exploro el mundo—Atreus les dedicó una sonrisa, él no parecía alguien capaz de hacer daño—soy un cazador y me gusta aprender mucho. De alguna manera terminé aquí y sé que puedo aprender mucho, lo poco qué sé es que no son buenos con los extraños, pero no quiero intentar nada tonto, lo juro.

—soy Bastian, general del glorioso ejército espartano.
—soy…—no podía decir su nombre real…si lo hacía sacaría a relucir a su padre y no sabía como es que la humanidad había sobrevivido a lo qué les pasó en aquellos años—soy Loki. Si pudiera quisiera poder hablar con algún sabio, primero quiero información sobre los dioses—todos en la ciudad que estaban viendo se quedaron boquiabiertos—es parte de mi tarea aquí.

—los dioses murieron—Atreus abrió sus ojos en grande—te ayudaré, Xeno. Para que más pronto te vayas de aquí, Egan y Deo, ustedes lo encontraron fuera de la ciudad, ustedes verán que no haga nada estúpido—así que ese era el nombre de los jóvenes soldados que lo encontraron y se limitaron a asentir con la cabeza.
—qué callados…—susurró el joven, todos los demás se dispersaron, Atreus sabía de sobra que lo matarían apenas hiciera algo tonto. Bueno, lo iban a intentar nunca había peleado contra personas realmente—Egan y Deo, muy griego todo esto.

—¿Cómo sabes hablar griego?—preguntó Bastian, siendo el general no se fue de hecho—eres la primera cosa interesante que se cruza aquí en años.
—Soy muy bueno con los idiomas, incluso si nunca los he escuchado antes—mencionó—supongo que la gente me evita.
—lo harán hasta que te vayas. Nosotros vamos a vigilarte.
—según las costumbres espartanas…no admiten extranjeros ¿qué hizo qué cambiaran de opinión?—preguntó Atreus ahora.

—el sabio responderá eso…a ellos sí les gusta hablar—respondió Bastian—pero escucharemos.

Atreus iba en camino a una biblioteca…definitivamente un lugar dónde pasaría el tiempo a menudo—algo qué quiero pedirles antes de ir ahí. Quiero hacerme ropa nueva, tengo plata y algunas monedas de oro ¿puedo hacerlo?
—¿quieres que te hagamos ropa, Xeno?—preguntó Deo frunciendo el ceño.
—pido el equipo…la ropa puedo hacerla yo.

—¿qué quieres?—preguntó Bastian cruzado de brazos.
—cuero, piel de lobo, oso…puedo conseguirlo yendo de cacería—mencionó y Egan que lo miraba de arriba a abajo.
—esa ropa son arapos…¿tú cazar? ¿Cuántos años tienes?

—catorce, calculo que ustedes tienen ¿dieciséis?—ambos jóvenes se miraron con bastante atención—me encargo de cazar nada más ¿puedo? Pagaré por usar las herramientas.
—qué sea rápido, ya harás tus mezclas con el sabio—sentenció el general y Atreus asintió—yo hablo con él, ustedes dos lo van a vigilar.