Capítulo 4

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-Bastian...ahora se los explico, por favor-alzó sus manos en son de paz mientras los guerreros lo querían rodear-no quiero pelear, no saldrá bien para nadie.

-eres un monstruo ¿no? Nos trajiste aquí con engaños y mentiras.
-¡ya basta!-dijo Evaristo saliendo de la protección de los guerreros-le daremos la oportunidad de que nos explique todo esto. No somos unos salvajes.
-Evaristo.
-tengo ese privilegio y lo sabes, Bastian-Atreus no entendió eso pero quizá el general le debía algo y ya le estaba cobrando.
-antes que regresen las arpías-bajó su lanza y desvió su mirada.

-Vamos, Loki. Muéstranos, si es un secreto, juro no decirle a nadie-afirmó el sabio y el joven sonrió muy tranquilo.
-Muchas gracias de verdad, vamos. Siento que ahí dentro está lo que necesito-los cuatro fueron hasta el templo y Bastian abrió las puertas pero Atreus fue quién entró primero. El lugar estaba arruinado desde hacía muchísimo...y toda estatua dentro eran de su padre, sabía en el fondo de su corazón que quizá no estaría muy feliz de qué él viera todo eso.

Atreus caminó haciendo memoria de su visión en su sueño...si Týr había ido ahí era porque quería evitar guerras ¿qué pudo información pudo haber sacado de su padre ahí?-¿esto siempre ha estado aquí?
-desde que Ares era el dios de la guerra. En Esparta era muy adorado-contó Bastian-nuestro dios, Kratos...nació en Esparta y tomó su lugar.
-esa parte sí la sé...-dijo Atreus hipnotizado buscando algo, tenía algo en su mano y nadie a excepción de él estaba tranquilo viendo todo-por acá estará...-avanzó un poquito más siguiendo sus instintos ciegamente y comenzó a trotar.

-¿Qué tanto haces?-Bastian se acercó rápidamente y Evaristo tomó su hombro. Atreus detrás de una estatua encontró inscripciones de runas.
-Týr estuvo aquí y dice: el guardián de los jötnar en mi lengua natal-el corazón del joven se aceleró temeroso de lo que pudiera encontrar ahí y él solo se dispuso a mover la estatua de su sitio.

-¿Loki?-llamó Evaristo.
-yo puedo-respondió el nombrado, empujó poco a poco la estatua y mientras lo hizo sus tatuajes empezaron a brillar, con eso sus ojos también en un azul mucho más brillante-están aquí-se detuvo en el acto y buscó en la estatua tomando entre sus manos un pequeño saco de tela con marcas doradas. Los espartanos estaban confundidos pero muy alertas a todo, Atreus revisó la bolsa sacando varias canicas, estaba muy feliz pero se veía extraño con sus tatuajes brillando-¡están aquí!...Bergi, Astrid...Floki, Utgarda. Sí funcionó, siguieron a Týr.

Evaristo se acercó rápidamente sentándose frente a Atreus que se había dejado caer al suelo por el alivio que sintió-sigues brillando.
-¿eh? Ah, perdón-volvió a la normalidad-lo encontré, Evaristo. Por esto es qué vine.
-Son canicas con símbolos-susurró y los espartanos se acercaron con cautela.
-les cuento...pero juren que no dirán nada-todos asintieron-conozco el honor de los espartanos, háganme ese favor.

-ya habla, eres ahora un monstruo extraño-dijo Bastian y Atreus empezó a reír.

-de lo qué escucharon qué hable con Evaristo. Týr viajó a otras tierras para buscar cómo detener guerras antes de iniciarlas, todo eso era por Odín, fue rey de los dioses en mi tierra...siempre quería guerras para obtener conocimiento de ellas para él nada más, eso lo llevó a aniquilar a una raza entera dos veces y oprimir al resto por milenios-contó sosteniendo la bolsa con fuerza-aquí los titanes son los primordiales, en mi tierra se llaman gigantes...bueno, jötnar que es lo mismo. Odín los mató dos veces casi por completo por mera avaricia y profecías estúpidas, se escondieron en lugar de esperar que los pudieran masacrar de nuevo, usaron magia y se escondieron dentro de estas canicas.
Quería buscarlos, por la injusticias que se hicieron en su contra, ellos amaban a Týr supuse que seguirían sus pasos porque no sabía dónde buscar y ya los encontré. Debo encontrar todos y regresarlos a su hogar.

Cortos God of War.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora