Cortos God of War.

Capítulo 2

Recuerdos muy fugaces pasaron de Kratos, prácticamente era quién tenía el control de ahí—no puedo creerlo…de verdad puedo repasar cada recuerdo ¿cómo los alejo?
—eso es algo qué tú puedes hacer, mi amor—comentó Faye—estamos aquí para ayudarte, siempre caminaremos juntos y te lo dije.

Pero muchos de esos recuerdos estaban borrosos quizá por el mismo miedo qué Kratos tenía de revivir todo eso—cariño, cálmate por favor…
—ese no soy yo—dijo en voz alta, comenzando una tormenta de arena muy violenta—¿qué pasa?

—¡Creo que Utangarð entra en conflicto con la presencia de Kratos!—en pocos momentos ya nada podía escucharse por el viento feroz en el lugar.
—¡Claro, Kratos y yo no somos de esta tierra, Ýmir lo sabe de seguro!—gritó Mimir, la fuerza de los vientos estaba arrastrando con ellos—¿no lo pueden controlar?

—¡no, creo qué…me voy a soltar!—Atreus con toda su fuerza se aferraba a sus padres pero el viento comenzaba a arrastrarlo.
—¡Cuidado!—Kratos al alzar la mirada pudo ver un recuerdo de un titán lanzando una gran roca ardiendo a dirección de ellos, su primer instinto fue soltarlos para qué no sufrieran daño.

—¡Kratos, no!—gritó Faye, cuando Kratos los soltó por instinto la arena se los tragó a todos, el monstruo era un recuerdo pero había olvidado qué Kratos en sus historias tenía problemas para distinguirlas por las pesadillas qué lo habían acosado y se preguntaba si ya las había superado.

La familia terminó apartada unos de otros, el primero en tocar el suelo fue Atreus—¡padre, madre, Mimir!—gritaba poniendo las manos alrededor de su boca, lo extraño de todo es qué ya estando bien consciente ese lugar se miraba muy extraño, muy…real, un campo diferente a cualquier reino—espero no haber viajado por accidente de nuevo—dijo el joven, comenzando a caminar con mucha cautela, esa era una de las consecuencias de un dios de fuera en la mente del primer gigante, cosas distintas…Atreus iba preparado con su arco, hasta qué se cruzó con una planta extraña qué su padre le había descrito en historia—¿aceitunas…?—si ese era un recuerdo entonces Atreus había parado en Grecia o quizá un recuerdo eso no lo sabía muy bien.

Solo le quedaba caminar y descubrir mucho más, a lo lejos habían cosas en llamas, sabía qué su padre había destruido su tierra natal en venganza a los dioses pero no sabía exactamente si estaba en ese recuerdo…o si era de verdad un recuerdo, en fin.
Atreus no encontró monstruos y tampoco quería hacer demasiado ruido para llamar la atención de alguno, si su madre tenía razón iban a atacarlo pero tenía oportunidad de conocer a las cosas qué su padre se enfrentó en su pasado—¿hola? ¿Alguien qué hable mi idioma?—llamó en voz moderada.

—¿muchacho?—era la voz de Mimir a lo lejos—¡ven a buscarme, Atreus!—el joven estaba aliviado de saber de su "segundo papá" y qué estaba bien, aunque pensándolo bien ya nada peor podía pasarle si solo era una cabeza.
—¡Mimir! Sigue hablando para que pueda encontrarte—Atreus respondió buscando entre las plantas y apartando algunas con su arco.
—ya vas cerca, eso quiero creer, a menos qué sea un animal—de la cuerda qué tenía atada alrededor del cráneo Mimir fue levantado para encontrarse frente a frente con el rostro de Atreus—bien…o quizá de un joven dios cambiaformas muy apuesto.

—con razón a veces no le caes muy bien a mi mamá—susurró el joven, pero ya no estando solo colgó a Mimir de su cinturón—¿sabes si esto es Grecia?
—Pues hay mucha vegetación qué no hay en los nueve reinos, hay mucho calor y al parecer algunas ciudades se incendian. Sip, esto es Grecia la arquitectura y la guerra desmedida me dijeron todo pero la pregunta es: ¿es un recuerdo? ¿Viajamos realmente?
—no viajamos en el tiempo, no es magia temporal aunque la mente de Ýmir es poderosa—respondió Atreus—necesitamos encontrar a mamá y papá pero…no los puedo sentir por ningún lado.