Cortos God of War.

Capítulo 9

Años habían pasado y Faye callaba dentro de su alma la profecía volviendo a pensar como carajos iba a evitar qué inocentes fueran a sufrir en beneficio de alguien más, eso era impensable pero no sabía qué hacer.

Un día de pesca veinte años después de su matrimonio con Kratos, las cosas iban a empezar a ponerse más complicadas después de años de paz entre ambos, una vida estable, un bosque con buenos recursos y escondidos de la mirada de los dioses. Faye estaba concentrada mientras Kratos estaba atando los pescados en un solo puño al final ella era muchísimo mejor para eso.

Pero todo se empezaría a salir de control, Faye notaba algo extraño en su cuerpo, estaba mareada y un día que Kratos había ido de cacería casi se desmayaba en la casa, eso se había repetido un par de veces antes de ese día.
—¿Faye?—llamó Kratos pero ella parecía pensar muy seriamente en algo que la mantenía distraída y poco a poco, Faye llegó hasta la orilla mientras lentamente Kratos se acercaba a ella—Faye.

—¡Faye!—Kratos corrió hacia ella a toda velocidad pues ella en la orilla del agua había empezado a vomitar, él tomó su cabello para mantenerlo lejos del vómito—Faye.
—lo siento…no sé qué me sucede—empezó a toser terminando de sacar todo, Kratos dio algunas palmadas sobre su espalda dándole su apoyo.
—¿estás enferma?
—no creo…nunca enfermo pero me siento extraña. Desde hace días tengo náuseas este es la primera vez qué estoy así—se puso de pie con ayuda de Kratos.

—vamos a casa, suficiente de pescar hoy—ordenó Kratos tomando los pescados.
—¿seguro? Comes mucho pez…—comentó riendo.
—no es sano para ti—la metió a la casa y la dejó sentada en la cama—quédate ahí, yo haré de comer.
—no tengo hambre—Kratos había dejado los pescados sobre la mesa pero fue hacia ella rápidamente poniéndose a su altura y tomando sus mejillas.
—algo te sucede y es la primera vez qué pasa.
—pues son síntomas pero no creo estar enferma, quizá comí algo en mal estado.

—eso es imposible y tú lo sabes. Eres algo quisquillosa con la comida…—Faye frunció el ceño pues él tenía razón y sus ojos se abrieron al máximo cuando se dio cuenta de algo—¿Faye?
—¿Y si estoy embarazada?—se preguntó dejando salir la pregunta de golpe, Kratos también se alarmó, nunca lo había pensado—los síntomas…mareos, casi me desmayo.

—¿Cuándo pasó eso?
—Hace cuatro días, he tenido muchas náuseas…dolor de cabeza—Faye se puso de pie—¿y si lo estoy?
—no habría nada de malo en ello, Faye—Kratos la tomó del hombro y luego mejillas.
—¿de verdad?
—habrá que comprobarlo, si sigues así en la semana…lo trataremos como embarazo—el dios tomó el vientre de la mujer con delicadeza—pero imaginarlo.

—tú y yo teniendo un hijo aquí…—empezó a sonreír poco a poco pero esa sonrisa fue creciendo—sería muy bello.
—exactamente…

La semana dicha pasó y Faye seguía "enferma" de ahí decidieron tratar eso como un embarazo—bien, Kratos…oficialmente, vas a ser padre—Faye no podía ocultar su felicidad y casi saltaba—vamos a ser padres.
Kratos le sonrió dulcemente y la abrazó fuerte—padre…—eso le gustaba, un ser que podría cuidar, tan pequeño, tan frágil y de su propia sangre pero pensándolo bien ¿cómo iba a lidiar una criatura inocente con ese maldito pasado que cargaba en su espalda? ¿Qué tal si lo odiaba?

—¿Kratos?—preguntó Faye pues de hecho notó lo turbio en su mente, ella tomando su mano la colocó sobre su vientre—siente esto…aquí dentro acabas de formar una pequeña vida. Yo la voy a hacer crecer pero también es tuyo…será tu hijo.
—¿no te asusta, Faye?
—¿por qué? Es un hijo con el hombre, perdona, con el dios qué más amo. Para muchas sería un privilegio ¿no? Cargar con el hijo de un dios pero mi caso, este dios es el amor de mi vida—Faye lo tomó de las mejillas y le dio un beso—no dudes qué este pequeño nacerá bien.
—¿pequeño?
—bueno es pronto para saberlo, también podría ser una niña.
—se vería cómo tú—Kratos la abrazó contra su pecho, temía un poco pero algo podría pensar con su pasado.