Cortos God of War.

Capítulo 7

—¿escuché bien?—preguntó Akenatón.
—dime más sobre quién te ataca y yo negocio…soy extranjero así que si algo sale mal tu pueblo no saldrá manchado—comentó el joven sonriendo muy amable—¿sabes qué? Iré ahora mismo pero dime que buscan.

—buscan el control del río Nilo. Ya nos pasó varias veces—dijo un miembro del consejo.
—situación que podré tomar bajo mi control. Deja que esto sea mi acto de agradecimiento por dejarme quedar en tu palacio—el Faraón suspiró pues no le convenía perder soldados por una disputa sin sentido aunque después fuera a terminar en una guerra pero tener un dios de fuera quizá le daría algo de ventaja.
—bien, te doy ese permiso.
—gracias, en cuanto se retiren yo me iré—sentenció el joven—muchas gracias por todo, Akenatón.

—fue bueno tener un joven dios en mi palacio, un gran honor—dijo el faraón sonriendo un poco.
—¿te veremos algún día?—preguntó Urshu y Asim que se iba acercando.
—quizá, esperemos sea así. Algún día de todos modos sé cómo regresar. Ahora déjenme proteger su hogar—Atreus salió solo del palacio y pasó entre la ciudad caminando entre las personas que lo miraban igual de raro que la primera vez. Su dirección era hacia el noroeste del Nilo para llegar al templo de Montu como se le había dicho, el calor era intenso suficiente para derribar a cualquiera.

Salió de la gran ciudad teniendo de frente a los invasores, no se iba a tomar la molestia de siquiera averiguar quiénes eran…solamente quería evitar que ambas partes pelearan, iban a caballo tan rápidos como estos podían ser, Atreus dejó un camino de flechas sello por detrás de él, suponía que si algo se salía de control sabría qué hacer con ellas.
El pequeño batallón se detuvo a una distancia prudente, si tenía razón, con su magia Atreus iba a poder entenderles sin mayor problema y si no…más le valía aprender en el proceso, sus vestimentas eran extrañas. Todos cubrían sus rostros cabalgar entre el desierto debía ser bastante molesto—¿buscas la muerte, niño?—se aproximó el líder, su caballo blanco resaltaba entre el resto pero el joven no prestó demasiada atención en su apariencia…¿así veía las cosas su padre que simplemente miraba a sus enemigos como eso y nada más?

Quizá a eso se refería su madre con ser terriblemente estoico, al menos eso quería pensar—busco qué nadie salga herido, no es necesario llegar a la violencia ¿qué buscan?—preguntó de hecho muy amable.
—¿Akenatón es tan cobarde que tiene que mandar a un niño a responder por él?—preguntó y se empezó a reír con sus hombres siguiendo su risa—¿ven esto? ¡es un niño!

—mejor explícame lo que sucede—la voz tajante de Atreus calló la risa de todos—vine aquí unos días, el día que me voy los sacerdotes dicen que intentan atacar Menfis ¿por qué?
—quiero qué Akenatón finalmente reconozca que nosotros dominamos el río Nilo…quiero su imperio a mis pies—mientras hablaba el joven le dio un estudio más detallado, seguiría sin preguntar mucho más, además tenía que tener bastante cuidado si iba a su tierra no podía molestar a los dioses.

—eso no se va a poder, con agua limitada como es la del río necesitan compartir, mejor habla con él…lleguen a un acuerdo sobre el uso—dijo sin temblar su voz para nada, suponía que algo así podría decir su madre.
—¿compartir? No entiendes, niño. El río será nuestro—el líder comenzó a avanzar lentamente hacia Menfis, Atreus retrocedió y usando la linterna que Sindri le había regalado usó el brillo del sol sobre las flechas sello, el cristal hizo un rayito de sol potente sobre los sellos…y se encendieron.

Por detrás del joven un camino de fuego en medio de la arena sin haber ninguna hierba cerca para provocarlo así que para ellos fue fácil entender que fue por arte de magia…—¿cómo?—el invasor tuvo que retroceder para que las intensas llamas no lo pudieran alcanzar.
—dije qué no sería posible. Vi hombres caer hasta lo más bajo solamente por avaricia, no cometas ese mismo error por favor—pidió el joven—no voy a permitir que entren a Menfis con las intenciones que dicen tener, solamente a negociar por el agua.